Citigroup precisó ayer que estudia "si es necesario deslocalizar una parte de los servicios de su call center de Barcelona", compuesto por más de 1.400 personas.
El grupo bancario insistió en que no se plantea cerrar el centro, sino que estudia trasladar al extranjero una parte de los servicios que se prestan en esta ciudad.
El grupo hizo hincapié en que, si finalmente se decidiera la deslocalización, afectaría a un "pequeño porcentaje" de los trabajadores del call center.Según los sindicatos, la medida podría perjudicar a más de un centenar de empleados.
El estudio de la deslocalización de una parte del call center de Barcelona se enmarca dentro de la política de revisión de la estructura de gastos de Citigroup a nivel mundial. El grupo no es el único que ha puesto en revisión una parte o la totalidad de su call center.
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