Los máximos dirigentes sindicales de CCOO y UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, apoyaron las movilizaciones de los trabajadores de la fábrica de Robert Bosch en Alcalá de Henares contra el cierre anunciado por la firma para el año 2009 como un medio de lucha contra lo que consideraron 'un proceso de desindustrialización inadmisible'.
La división G.S. de Robert Bosch anunció en el mes de febrero el cierre de la empresa de Alcalá y la recolocación de parte de la plantilla -de 417 trabajadores directos y más de un centenar indirectos- en la fábrica de Aranjuez para enero de 2009.
Los trabajadores no han cesado de movilizarse desde entonces contra el cierre de un centro de trabajo que consideran 'rentable' y ahora anuncian el traslado de las movilizaciones a Alemania a donde viajarán el viernes, día 15, más de 150 empleados de Alcalá para participar en una concentración con otros trabajadores de la firma en Lyon (Francia) y trabajadores alemanes, el día 18, en Stturgart.
También se reunirán con la dirección de la división G.S. y con el comité de empresa europeo que ya ha apoyado por unanimidad el mantenimiento de la firma en Alcalá de Henares.
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, afirmó en una rueda de prensa celebrada ayer en Alcalá que 'estamos ante un envite muy complicado en tanto que Robert Bosch es una multinacional global, presente en 140 países, con una cuenta de resultados más que saneada y más de 3.000 millones de euros de beneficios en 2006, pero por eso no tiene ningún tipo de justificación lo que quieren hacer en Alcalá'.
Matizó que 'lo que quieren hacer aquí no es una relocalización, como dicen, sino que es un cierre como la copa de un pino y nos debemos oponer con firmeza, con inteligencia, recabando todos los apoyos posibles'.
Méndez agregó que 'no estamos hablando de la pérdida de cualquier tipo de empleo, estamos hablando de empleos del sector industrial, que son los más valiosos, sobre todo en una Comunidad como la de Madrid, donde hay una deriva hacia la desindustrialización, y eso es muy mala noticia'.
Fidalgo abundó en este aspecto y dijo que 'esto no es un conflicto por capricho, es cierto que España tiene unos datos macroeconómicos magníficos, pero no todo es luz, porque se está produciendo una importante desindustrialización y eso supone pérdida de empleo de calidad y, por tanto, pérdida de calidad de vida para los municipios donde se cierran las industrias'.
El dirigente de CCOO comparó la situación de Robert Bosch Alcalá con la de Delphi en el sentido de que 'no se puede aceptar que una empresa, que ni quiebra ni tiene dificultades económicas, adopte una decisión de cierre unilateral que afecta a tanta gente'.
Los trabajadores de Alcalá tienen el apoyo del Ayuntamiento, que financiará el viaje en autobús hasta Alemania y se ha comprometido a no recalificar como suelo urbano el terreno donde se ubica la firma en Alcalá, casi en pleno casco urbano, si se produce el cierre y el traslado a otro municipio.
En la rueda de prensa también participaron los dirigentes regionales de CCOO, Javier López, y UGT, José Ricardo Martínez, y representantes del comité de empresa de Robert Bosch Alcalá.
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