Los trabajadores de Celanese cerraron ayer la jornada con un sabor agridulce. Si bien consideran inevitable el cierre de la empresa, previsto para finales de año, la reunión celebrada ayer entre los delegados de personal de Celanese, representantes provinciales y regionales de CC. OO. y de UGT y directivos de la empresa fue satisfactoria.
Y es que los representantes de los trabajadores han conseguido que Celanese demore los traslados de algunos trabajadores y la reducción de la plantilla, ya que inicialmente preveía prescindir de dieciséis empleados el próximo 14 de agosto.
Los delegados de personal y los sindicatos plantearon ayer a la empresa que el traslado de los trabajadores no se puede hacer sin ningún tipo de condición, a la vez que recordaron que el pasado 22 de mayo, cuando se anunció el cese de la actividad, Celanese «aseguró que se haría de una forma justa y proporcionando todo el apoyo a los empleados», subrayó ayer Luis García Montero, portavoz de los trabajadores.
Los sindicatos han reclamado una serie de beneficios sociales que palien la situación a la que se verán conducidos los trabajadores tras el cierre de la industria química. Los directivos de la empresa recogieron ayer todas las peticiones para consultar con los responsables de la multinacional, en Dallas, antes de dar a los trabajadores una respuesta firme.
Ahora, según acordaron ayer, la empresa abrirá un periodo de consultas para conocer la opinión de los trabajadores sobre su disponibilidad de traslado a Tarragona, de acogerse a una baja incentivada o de recibir una indemnización al cesar la actividad. «Les hemos recordado que tienen una responsabilidad y un compromiso social», añadió García Montero.
Tras el encuentro celebrado por la mañana con los directivos de la empresa, los representantes sindicales se reunieron con los trabajadores en una asamblea en la que se insistió en la necesidad de permanecer unidos para minimizar los efectos del cierre. Los trabajadores y los representantes de la empresa retomarán las negociaciones en septiembre.
La planta de Celanese de Guardo tenía una plantilla de 46 trabajadores pero en los últimos meses uno se ha acogido a una prejubilación, otro a un traslado y un tercero ha dejado la fábrica, por lo que la negociación afecta ahora a 43 empleados
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