El huracán Dean arruinó las cosechas de miles de cultivadores de banano en las islas del Caribe, y las autoridades dijeron el jueves que más de 19.000 personas pueden perder su única fuente de ingresos, al menos temporariamente.
"La consecuencia es el desempleo masivo", dijo Jeffrey Hall, director gerente del Jamaica Producers Group, uno de los principales exportadores de banano de la isla.
El huracán arrasó con plantaciones enteras en Jamaica, Santa Lucía y Dominica, provocando daños por millones de dólares, trastornando las frágiles economías isleñas y acentuando la pobreza de los agricultores.
El desempleo afecta principalmente a agricultores, podadores, regadores, cosechadores y empacadores.
En Santa Lucía, una isla del sureste del Caribe, unos 2.000 trabajadores bananeros se vieron afectados por la destrucción de 280 hectáreas (700 acres) de plantaciones, dijo Rufus Leandre, principal autoridad de la isla en materia agraria.
Algunos han conseguido trabajo en la limpieza de los escombros y probablemente podrán trabajar en la próxima cosecha, entre marzo y mayo del año entrante, dijo Leandre.
Los cultivadores de banano no saben cómo recuperarse y se afanan por conseguir nuevas fuentes de ingresos.
En Dominica, unas 15.000 personas en el sector bananero quedaron sin empleo después que el huracán arrasó 971 hectáreas (2.400 acres), dijo Raymond Austrie, gerente general de Dominica Banana Producers Ltd., una empresa privada que trabaja con los cultivadores locales.
Casi un tercio del país trabaja en la agricultura, según el Departamento de Estado estadounidense.
En Jamaica, el huracán destruyó 1.416 hectáreas (3.500 acres) y dejó 2.500 desocupados, dijo Hall.
Dean fue apenas el golpe más reciente al sector bananero del Caribe, que enfrenta fuerte competencia y la pérdida de preferencias en el mercado europeo. Sin embargo, sigue siendo la piedra angular de la economía regional.
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