Es una amante de los buenos bolsos, de los caros, de los que tienen nombre y apellido. De esos que la mayoría de las mujeres sólo pueden ver en los escaparates de las grandes firmas o en las revistas de moda. Sin embargo, Johanna von Müler-Klingspor ha sabido sacarle partido a su gran afición y ha creado la empresa Bag de Lux (http://www.bagdelux.com/), un nuevo portal en Internet donde todos los amantes de este complemento pueden alquilar durante unos días el bolso soñado.
El sistema es sencillo: “Accedes a la página, seleccionas el bag que quieres entre los que tenemos, eliges cuántos días lo quieres tener y te lo mandamos a casa”, explica esta joven empresaria afincada en Madrid. Pero, ¿por qué bolsos de lujo? “Ya que se puede alquilar de todo, pisos, coches, ropa… por qué no bolsos. El precio de este artículo ha subido tanto que ya se ha vuelto algo alquilable. En el último año, su valor se ha disparado convirtiéndose en un objeto de deseo para muchos, que nosotros ponemos a su alcance”.
La idea de arrendar objetos caros a través de la Red nació en EE UU, donde el negocio se ha desarrollado tanto que se adquieren por temporadas obras de arte, vestidos de alta costura e incluso plantas exóticas. Johanna reconoce que en nuestro país se han disipado muchos temores en torno a la compra por Internet y que gracias a ello, hoy es posible abrir un negocio de este tipo. “Además –añade Von Müller-Klingspor–, este sistema es muy cómodo para el cliente ya que le dejamos el producto solicitado en casa y lo recogemos en el mismo lugar”.
Aunque parezca sencillo, hacerse con este tipo de bolsos no es fácil. Exige tiempo y dedicación, y, sobre todo, intuición: “Entre la gente que estamos en la compañía hacemos un barinstorming, analizamos las tendencias que van saliendo y adquirimos lo que creemos que van a pegar más”, analiza la joven.
La adquisición de marcas concretas es otro de los hándicaps de la iniciativa porque, como expone esta empresaria, no todos los que quieren se venden en España y hay que buscarlos en el extranjero. Sin embargo, asegura Johanna, compensa dedicar tanto tiempo al negocio: “Es una gran satisfacción recibir mails de clientes contándote lo bien que se han sentido con un bolso en una fiesta”. Y es que lo mejor de este negocio es que puedes lucir durante un día lo que no te atreverías a comprar en toda una vida. Una nueva manera de democratizar el lujo.
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