Los responsables de las cuatro mayores empresas conserveras españolas advirtieron ayer de que el sector perderá en pocos años la mitad de sus fábricas y empleados. Calvo, Jealsa Rianxeira, Garavilla Isabel y Salica Albacora explican que ha dejado de ser rentable fabricar latas de atún en España, por la competencia asiática en precios y la lejanía de los caladeros de túnidos. El sector conservero español se reunió ayer en Vigo en su segunda Conferencia Mundial. La conserva emplea a 15.512 personas en 147 fábricas y ya ha perdido 7.000 empleos en cinco años.
El sector conservero español de pescados y mariscos calcula que en los próximos años se verá abocado a cerrar entre 50 y 70 plantas de producción y a reducir unos 8.000 empleos. Los cuatro mayores conserveros españoles explican que, al igual que han hecho los productores de otros países (Francia, Italia, EE UU), las plantas de producción tienden a ubicarse en países más cercanos a los caladeros de atún y con mano de obra más barata.
Las empresas dicen ser víctimas de una guerra de precios y de su tardía incorporación a fabricar productos con mayor valor añadido, como ensaladillas, ensaladas y otros preparados.
"Yo no descarto que mañana hagamos latas de carne. Es la nueva estrategia: dejemos de hacer el pack de tres latas de atún a un euro", expuso Juan Alonso, director de operaciones de Rianxeira.
"Yo no veo a ningún conservero feliz. Esta situación es dramática y no se arregla vendiendo cada vez más barato", expuso el presidente del grupo Salica Albacora, Ignacio Lachaga Bengoechea, quien advirtió que "hay el doble de capacidad instalada de la que necesita el mercado". Según expuso Pilar García de AC Nielsen, el 50% de la producción de las conserveras españolas ya depende de las marcas blancas.
La Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas (Anfaco), organizadora del encuentro, anunció ayer una subida de los precios de las latas de atún para mejorar la rentabilidad de las empresas y pidió que la UE mantenga un 24% de arancel para las importaciones de atún.
"En Galicia [80% de la producción española] hay un exceso de capacidad muy claro y, sin el recurso del atún en aguas cercanas, no hay salida, salvo la reestructuración y buscar el nicho de mercado adecuado", declaró Manuel Calvo, consejero delegado de Calvo.
"Lo mejor sería racionalizar este proceso de reducción de empleo", indicó Juan Corrales Garavilla, consejero delegado de Garavilla Isabel. CC OO pidió ayer una mesa sectorial para negociar los despidos y la reconversión.
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