El principio de acuerdo sobre el convenio colectivo alcanzado entre el grupo General Motors y el sindicato United Auto Workers (UAW) en Estados Unidos deja la puerta abierta al cierre de al menos dos plantas.
Los 74.000 afiliados de UAW en General Motors comenzarán a votar esta semana el principio de acuerdo, que la pasada semana puso fin a la primera huelga nacional en la automoción estadounidense desde el año 1976. Los resultados de la votación se conocerán el próximo 10 de octubre.
Gregg Shotwell, un trabajador de General Motors crítico con UAW, ha 'colgado' la mayor parte del principio de acuerdo en Internet. El operario recibió el documento de un dirigente sindical de Detroit, que se lo entregó el pasado viernes en una reunión.
De esta forma, el principio de acuerdo permitiría a General Motors vender o cerrar una planta de estampación en Indianápolis, que cuenta con 800 empleados, y una fábrica de motores en las inmediaciones de Detroit, con una plantilla de 300 trabajadores.
Además, el documento identifica como susceptibles de ser cerradas otras plantas norteamericanas de menor tamaño en las que el grupo ya había anunciado previamente que pretendía suspender definitivamente la actividad.
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