La compañía alemana Karmann, especializada en la producción de automóviles descapotables para diferentes marcas, suprimirá 1.800 puestos de trabajo, lo que supone aproximadamente el 25% de su plantilla.
La empresa explicó que el recorte de empleo, que afectará a la fábrica de Rheine y a la sede central de la empresa en Osnabrueck, es consecuencia del descenso de los pedidos.
Este retroceso de los pedidos se explica en parte por la decisión de Audi de producir en sus propias instalaciones la versión cabriolet del modelo A4.
Además, Karmann ha perdido también los contratos para la fabricación desde el próximo año de una versión del Chrysler Crossfire, y para la producción desde 2009 del Mercedes CLK.
El grupo alemán cuenta entre sus principales clientes con firmas automovilísticas como Chrysler, Mercedes-Benz, Audi, Renault y Nissan.
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