El comité de empresa de Briseis SA emitió hoy un comunicado en el que califica de "infundadas" las críticas sindicales al sistema de seguridad de la planta química de la empresa siniestrada el pasado 6 de septiembre y tilda las instalaciones en las que fallecieron dos trabajadoras de "modélicas" no sólo en el ámbito nacional sino también europeo.
La plantilla, integrada por 39 personas, puntualiza que la fábrica donde se produjo la deflagración contaba "con todos los medios y sistemas reglamentarios de detección de incendios" además de cinco planos de evacuación "plenamente visibles" y nueve salidas de emergencia señalizadas como tales que, según enfatizan, "en perfecto estado de revisión y funcionamiento".
En concreto, el comunicado detalla que existían 150 detectores de humo y temperatura repartidos por toda la planta conectados a dos centralitas de aviso a través de 22 pulsadores de alarma y una sirena acústica. Entre los medios de extinción, contabiliza 49 extintores, 17 bocas de incendio interiores con mangueras de 20 metros de longitud más ocho de uso exclusivo para los bomberos, así como un grupo de presión de agua y un depósito de más de cuatro millones de litros.
El comité de empresa asegura, además, que el personal laboral de Briseis contaba con formación continúa en prevención de riesgos Laborales en el marco de un plan que se prolongó entre el 27 de marzo y el 26 de abril y que fue impartida por la empresa ICS Servicio de Prevención.
La plantilla, que matiza no obstante que la situación "de la que da fe" está a expensas de las conclusiones de los expertos "sobre el origen y causa del desgraciado accidente", concluye con la expresión del "profundo dolor" por el fallecimiento de sus dos compañeras y "su compromiso al cien por cien en la más inmediata reconstrucción de la fábrica como única meta".
No especifica, sin embargo, si la citada formación englobó a los 70 trabajadores subcontratados a través de la empresa de 'outsourcing' Auxiple y que han quedado excluidos del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) aprobado por la Junta de Andalucía el pasado día 8.
La deflagración de la planta química de Briseis SA en Benahadux (Almería) dejó el pasado día 6 de septiembre cuatro heridos por abrasión de extrema gravedad que provocó el fallecimiento de dos de ellos, una en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla 24 horas después del siniestro y otra en el Carlos Haya de Málaga el pasado día 3.
Un día después, tanto UGT como CC.OO. denunciaron que la planta química carecía de un plan de evacuación para casos de emergencia y que la plantilla nunca había participado en simulacros.
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