La BBC va a afrontar una de las crisis más importante de su historia. El recorte de miles de puestos de trabajo podría terminar en una huelga, según ha confesado el director general de la cadena, Mark Thompson.
Thompson presentó ayer a su organismo regulador el plan presupuestario de la cadena pública británica, en el que se prevé la supresión de numerosos puestos de trabajo.
Según los medios británicos, Thompson analizará el plan con la Fundación de la BBC antes de que se haga público hoy.
Unos 2.800 empleos pueden estar en peligro, especialmente en su programación de actualidad, y no se descarta la posibilidad de que sea vendido su edificio del oeste de Londres.
El presidente de la Fundación de la BBC, Michael Lyons, ha indicado que la cadena será más pequeña en unos cinco años.
Thompson quiere recortar en un 6% su presupuesto, de unos 3.000 millones de libras (unos 4.290 millones de euros) anuales, en cada uno de los próximos cinco años.
Al parecer, la BBC quiere hacer ahorros "significativos" en el área de documentales y programas infantiles.
La BBC emplea a 23.000 personas, de las que 18.000 trabajan en sus servicios centrales. El total de empleos suprimidos deberá ser aprobado por la Fundación de la cadena británica.
El plan de Thompson coincide con una serie de problemas de producción que la cadena ha tenido que afrontar.
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