El grupo Eroski, que el pasado mes de junio anunció la compra del 75% de Caprabo, prepara una reestructuración de las oficinas centrales de la compañía catalana, que se encuentran en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y emplean a unas 700 personas.
Eroski comunicó recientemente a los sindicatos con representación en Caprabo que mantendrá la plantilla de los supermercados e hipermercados de esta enseña, compuesta por unas 18.000 personas en toda España, pero añadió que introducirá cambios en la sede central de L'Hospitalet de Llobregat, ya que algunas funciones se solapan con las que desarrolla la cooperativa vasca en sus oficinas ubicadas en Elorrio (Vizcaya).
La compañía de distribución presidida por Constan Dacosta ha creado un Centro de Asesoramiento Profesional para evaluar el alcance de los cambios y analizar el perfil de cada trabajador, un proceso que, según portavoces de Caprabo, acaba de empezar y se prolongará durante meses.
La sección sindical de CCOO en Caprabo ha anunciado que presentará una denuncia ante la Inspección de Trabajo por la falta de concreción de los planes de Eroski, que ha ofrecido la posibilidad de recolocar a parte de la plantilla en empresas proveedoras del grupo, según fuentes sindicales.
También ha planteado la opción de reubicar dentro de las mismas oficinas centrales a una parte del personal, en función de los departamentos que queden vacíos de contenido y de otros nuevos que se gestionen desde L'Hospitalet a escala de todo el grupo de distribución.
Desde Caprabo insisten en que todavía no existe un dibujo de lo que será la nueva estructura de las oficinas centrales y que se aprovecharán al máximo las sinergias con Eroski.
Sin embargo, las mismas fuentes sindicales han denunciado que desde enero han abandonado voluntariamente la empresa 117 trabajadores en la sede de L'Hospitalet y que se prevé que esta cifra ascienda a 156 a finales de año.
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