Una marea naranja recorrió durante la mañana de ayer la zaragozana plaza de España (con corte de tráfico incluido, aunque esta actuación duró solo unos minutos). Cientos de trabajadores de General Motors, vestidos con chalecos de este llamativo color, mostraron su malestar por el bloqueo en el que se encuentran las negociaciones entre la empresa y el comité para externalizar varias actividades productivas de la factoría del automóvil.
Silbidos, pitos y gritos a favor de que "la externalización, para la dirección" acompañaron la lectura de un manifiesto en el que Juan Carlos Sánchez, ex presidente del comité de empresa de GM, actual miembro de ese comité y uno de los 227 trabajadores afectados por la actual externalización, aseguró que "de seguir así la negociación, nos va a llevar a un conflicto que nadie desea, pero que no evitaremos si llega el caso". Se refería a una convocatoria de huelga que los cientos de trabajadores que ayer secundaron la concentración pedían que se realizara ya.
El actual conflicto se inició hace meses cuando la dirección de la compañía planteó al comité su intención de externalizar las "facilities management", que comprenden las actividades que se realizan en el taller central, nave y laboratorio de aguas, planta de energía, "motor pool" y carretillas. Posteriormente, estas dos últimas actividades fueron excluidas del lote, por lo que, en este momento, las discrepancias están centradas en la salida que se les debe dar a los 227 operarios de las otras áreas.
Juan Carlos Sánchez recordaba ayer que la pretensión de externalizar actividades no es nueva; General Motors (como otras empresas del sector del automóvil) optó hace años por esta vía para mejorar su posición competitiva. El representante sindical apuntaba también que desde el comité se había sido receptivo a esa necesidad siempre que se garantizara el mantenimiento del empleo y las condiciones laborales. "Desde hace años -explicaba Sánchez- hemos dicho que no habría problemas si no se pierden empleos, y no ha habido conflicto mientras se ha reubicado a los trabajadores que quedaban excedentes al externalizar la actividad porque el aumento de producción absorbía el trabajo que dejaba la contrata".
Reubicar en la planta
Esta situación se ha roto ahora porque "para los de mantenimiento no tenemos sitio en la cadena". Según Sánchez, la propuesta que hace la empresa de que los trabajadores pasen a Veolia -la empresa contratista- (con la garantía de mantenimiento de las condiciones de trabajo) no les convence. Los 227 afectados por este proceso de subcontratación quieren lo mismo que han tenido otros trabajadores que han visto externalizada la actividad que desempeñaban: su reubicación dentro de GM.
Los representantes sindicales que apoyaron ayer la concentración laboral -hay que recordar que la convocatoria no salió del comité sino que fue un llamamiento hecho por los sindicatos UGT, CC. OO. y Acumagme- hicieron hincapié en el hecho de que llevan ya meses negociando sin que se vea una salida satisfactoria y el tiempo apremia porque la compañía de automoción quiere que la empresa subcontratada comience a desempeñar su actividad a principios de 2008. Por ello, se están planteando que la siguiente protesta sea más contundente que las anteriores (se han concentrado dos veces en la planta y una vez más en la plaza de España) y ayer apuntaba a una convocatoria de huelga.
De momento, y para calentar motores, se hizo una convocatoria expresa para que mañana -día en el que la fábrica celebra su 25 aniversario- los trabajadores acuda a las puertas de la empresa para hacer visible su malestar por el conflicto. Prevén acudir vestidos con su chaleco naranja a recibir a las autoridades invitadas a la conmemoración del aniversario.
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