Entre 30 y 40 trabajadores de Poliseda mantendrán su encierro en la fábrica de Alcalá de Henares como protesta por la intención de la empresa de echar el cierre. La producción permanece paralizada, aunque no hay paros laborales ni huelga convocada, de forma que los 129 empleados de la factoría continúan acudiendo a sus puestos de trabajo en los turnos correspondientes.
Esta situación se mantendrá al menos hasta el próximo martes, cuando se producirá una reunión entre el comité de empresa y el alcalde de Alcalá, Bartolomé González.
A esa reunión podrían acudir además del alcalde y los trabajadores los dueños de la fábrica, también convocados por el primer edil, y según los sindicatos también podría asistir un empresario que estaría dispuesto a adquirir Poliseda. De momento la dirección de la empresa no se plantea nada que no sea el cierre, aunque desde el comité de empresa, los trabajadores se oponen a este extremo.
Antonio Vera, presidente del comité, insiste en que ellos quieren "la continuidad de la empresa, si no es con los dueños actuales, que sea con otros", en alusión a ese posible comprador.
Los trabajadores esgrimen además el convenio firmado entre la empresa y el ayuntamiento cuando Poliseda estuvo a punto de cerrar hace años. En ese acuerdo se contemplaba la apertura de una nueva fábrica a cambio de la recalificación de los terrenos en los que se ubica la planta actual.
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