A partir del próximo miércoles, los ovetenses pagarán los impuestos municipales en unas nuevas oficinas. En lugar de ir al número 11 de la calle Quintana como hasta ahora, lo harán en el número 8 de Suárez de la Riva. Pero los cambios no son sólo de dirección, sino también de concesionaria.
La recaudación de tributos ha pasado de la Unión Temporal de Empresas (UTE) Asturagua-Tribugest a La Auxiliar de Recaudación S. A. Con el traspaso, buena parte de la plantilla, 36 de los 47 trabajadores que hasta ayer atendían el servicio, continuarán haciéndolo desde el día 2. Otro no quiso seguir y los 10 restantes no han sido contratados por la nueva adjudicataria.
Lo grave de la situación de estos últimos es que han quedado en una especie de limbo: ni han contado con ellos, ni tampoco están estrictamente despedidos. Por un lado, la nueva empresa no les ha contratado, como ha ocurrido con el resto de compañeros. Por otro, la anterior, de nombre comercial Gestión de Ingresos, no les ha mandado a casa. 'No nos ha dado un certificado para ir a tramitar el paro', explicó una trabajadora que hizo de portavoz de los afectados. De hecho, Asturagua-Tribugest les envió una carta a cada uno en la que les informaba de que 'a partir del 1 de enero pasará usted a prestar servicios con la nueva empresa'. Sólo les queda recurrir a los tribunales para que el juez reconozca el despido improcedente y los derechos adquiridos. No en vano, en algunos casos, trabajan en la recaudación municipal desde hace casi 11 años, los mismos que lleva -o más bien llevaba- Gestión de Ingresos al frente del servicio de recaudación municipal.
'Yo no sé cómo voy a pagar la hipoteca de enero', explicó la misma empleada. En una situación similar se encuentran los otros nueve afectados, por lo que ya han contratado un abogado para que emprenda las acciones legales oportunas. No son los primeros que lo hicieron. El cambio de concesión ya puso en guardia a la actual concesionaria, que presentó un recurso en el Ayuntamiento. Consideraba que su competidora en el concurso había presentado su oferta fuera de plazo. En su opinión, éste concluía el 23 de agosto, un mes después de la publicación de la convocatoria en el Boletín Oficial del Estado (BOE), y La Auxiliar de Recaudación lo hizo el 24. No prosperó, y llevó el caso ante el juzgado de lo Contencioso-administrativo.
Por su parte, los trabajadores calificaron de 'temeraria' la oferta ganadora. La nueva empresa planteaba quedarse con el 2,15 por ciento de la recaudación en periodo voluntario. La actual, con el 2,93 por ciento y mantener la plantilla. Además, temían que el abaratamiento propuesto por la primera se hiciera a costa del deterioro de la calidad del servicio y de la reducción de plantilla, como finalmente ha sucedido. Pero lo veían venir mucho antes de adjudicarse el servicio. El mismo día en que aprobó las bases de la recaudación de tributos, el Ayuntamiento suprimió la cláusula de subrogación de personal de los contratos municipales. Su futuro laboral se planteaba ya incierto, por lo que pidieron a los responsables municipales el mismo apoyo que para los despedidos de San Claudio en la búsqueda de empleo.
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