La decisión del alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, de despedir a cientos de empleados del municipio y de intervenir su obra social derivó en una huelga convocada por los trabajadores.
Una marcha multitudinaria de los empleados estatales hacia la sede de gobierno de Buenos Aires generó un caos de tránsito en el centro de la capital argentina, indicó Efe.
La huelga afectó la mayoría de las dependencias oficiales para trámites administrativos, mientras que los centros culturales estuvieron cerrados.
La protesta convocada por el Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires (Sutecba) fue apoyada por Hugo Moyano, de la Confederación General del Trabajo (CGT), la mayor central obrera del país, y líder del sindicato de camioneros.
Moyano anunció que los recolectores de residuos de la ciudad no trabajarán en apoyo a los empleados municipales y advirtió: "no permitiremos que un solo trabajador quede en la calle".
Macri, quien asumió el poder el pasado 9 de diciembre, decidió cancelar los contratos de 2.000 trabajadores del municipio y revisar los de otros 23.000, debido a que esos empleados fueron nombrados por "razones políticas" durante la gestión anterior de gobierno o no asisten a trabajar, pero sí a cobrar su sueldo, según alegaron las autoridades.
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