El fabricante alemán de componentes de la automoción Frape-Behr tramitará en las próximas horas, entre ayer y hoy, una solicitud de cierre patronal de su fábrica de la Zona Franca de Barcelona, que emplea a 295 personas, ante la radicalización del conflicto que mantiene con la plantilla.
Según han informado a Efe fuentes de la compañía, entre 25 y 30 trabajadores se mantienen en el interior de la fábrica, mientras que varias decenas se concentran a las puertas de la misma en presencia de los Mossos d'Esquadra y del personal de seguridad privada contratado por Frape-Behr, que impiden el acceso al recinto fabril.
La empresa, que presentó el pasado 25 de septiembre un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaba a toda la plantilla y agotó el plazo de negociación con los sindicatos sin alcanzar un acuerdo, aduce el clima de inseguridad y de amenazas existente para promover el cierre patronal, una medida raras veces aplicada.
La plantilla, que inició ayer una huelga indefinida para protestar por los 92 despidos dictados por el departamento de Trabajo y reclamar la continuidad de la actividad, tenía previsto promover ayer mismo un encierro en la planta, además de otras movilizaciones, según han informado fuentes del comité de empresa.
Los representantes de la plantilla ya han anunciado que recurrirán la resolución del ERE de la Generalitat, que tampoco ha dejado satisfecha a la compañía, ya que no contempla medidas para reducir el absentismo laboral y aumentar la productividad, necesarias para garantizar el futuro de la fábrica, según las mismas fuentes de Frape-Behr.
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