Alrededor de 100 trabajadores de la empresa de componentes del automóvil Frape Behr en Barcelona se concentraron hoy en la Plaza Sant Jaume ante la Generalitat y el Ayuntamiento para protestar por el despido de 92 trabajadores que decretó la resolución de la Administración catalana al conflicto que desde hace meses enfrenta a la dirección y los sindicatos.
"Esta solución no nos convence y nuestra voluntad es promover acciones para retomar las negociaciones", explicó a Europa Press el portavoz de la plantilla Jesús Plaza, quien lamentó que la empresa "aún no se haya puesto en contacto para encontrar una salida".
Por su parte, unos 50 trabajadores continúan su encierro en las instalaciones de Frape Behr en la Zona Franca como "medida de presión" para la dirección y seguirán en esta situación hasta que "se decida negociar".
"Tenemos la firme determinación de no salir hasta que se nos proponga una solución negociada", afirmó a Europa Press uno de los encerrados Manuel Morales, quien añadió que la Generalitat "metió la pata" con la resolución del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y contribuyó a la "radicalización de las posturas".
Morales lamentó que la dirección "no haya hecho ningún gesto de aproximación" y, sin embargo, haya cortado el suministro de calefacción en la factoría obligándoles a traer mantas y estufas para combatir el frío.
La cincuentena de trabajadores, que iniciaron su encierro el pasado miércoles, se organizan en grupos para limpiar las instalaciones que ocupan y cocinar con los alimentos que les traen sus familiares o que compran sus compañeros "con fondos propios del comité", ya que si abandonasen la fábrica no podrían volver a entrar, debido al cierre patronal anunciado por Frape Behr y pendiente de ser aceptado por la Generalitat.
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