Los trabajadores de la multinacional de componentes de automoción Frape Behr en Barcelona volverán el próximo lunes al trabajo tras llegar ayer a un acuerdo sobre la continuidad de la planta, cuya actividad estaba interrumpida indefinidamente desde el pasado 9 de enero por el conflicto que enfrentaba a la plantilla y a la dirección desde septiembre, según confirmaron a Europa Press fuentes de la empresa.
Tras la resolución de la Generalitat aceptando un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) sobre 92 trabajadores de los 295 en plantilla el 7 de enero, los empleados acordaron en asamblea aceptar la última oferta de la empresa, que preveía indemnizaciones de 45 días por año trabajado con un pago lineal de 4.000 euros por persona, lo que supone un incremento respecto a la indemnización de 20 días por año –el mínimo legal– dictada por la Conselleria de Trabajo.
El acuerdo firmado también incluye las medidas 'necesarias' para garantizar la viabilidad de la planta de la capital catalana. Estas condiciones pasan por un mantenimiento de los salarios actuales para 2008 y 2009, una cláusula de garantía a tres años, la reducción del absentismo laboral y la flexibilidad equivalente a la de otras plantas del grupo en Catalunya.
Así, la multinacional alemana anunció que sus planes de futuro pasan por 'continuar potenciando las actividades productivas de la empresa en Catalunya y convertir el centro de la Zona Franca de Barcelona en un 'referente' en el ámbito del I+D+i.
LOS DESPEDIDOS, INSATISFECHOS.
Estas afirmaciones contrastan con las reservas expresadas por algunos portavoces del comité como el delegado sindical de CNT y uno de los 92 despedidos, Luis David Andrades, quien aseguró que el conflicto puede ser 'el primer paso hacia un cierre', por lo que instó a la plantilla a 'estar atentos' a los próximos movimientos en un futuro cercano.
A pesar de aceptar el acuerdo, Andrades valoró negativamente el pacto, puesto que no se cumple la exigencia inicial de 'no aceptar despidos a dedo, sino primar bajas voluntarias'.
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