La reducción del 20% en la demanda de viviendas acarrea un pérdida de cerca de 180.000 puestos de trabajo, a los que habría que unir otros 80.000 por cada punto de desaceleración del consumo, según una estimación teórica sobre el sector de la construcción en España publicado en el último ‘Boletín Económico de Información Comercial Española (ICE)’, del Ministerio de Industria.
Además, el estudio precisa que la construcción de vivienda y el consumo familiar han sido los dos grandes motores de la economía española y del empleo en la última década, de forma que, ‘si ahora el primero de ellos se apaga, el crecimiento se va a resentir’.
En este sentido explica que, con el mismo porcentaje de caída de la demanda, el PIB se resentiría en un punto porcentual, impacto que que se ampliaría en medio punto con cada descenso de un punto en el consumo.
En este contexto, el informe precisa que el efecto de la desaceleración del sector de la construcción sobre el crecimiento de la economía ‘dependerá de si el paro se reduce de forma brusca’.
Por lo pronto, las previsiones expresadas en el trabajo apuntan a que este proceso de ajuste en el ‘ladrillo’ se prolongará durante tres o cuatro años más.
¿CÓMO COMPENSAR LA DESACELERACIÓN?.
Por otra parte, el estudio también plantea formas de compensar la desaceleración de la construcción y la menor tasa de crecimiento del consumo final de los hogares. Así, propone incrementar el gasto de las administraciones públicas o esperar un incremento de las exportaciones de bienes y servicios.
Más concretamente, apunta que ‘la crisis en el sector de la construcción se amortiguaría’ si el gasto de las administraciones públicas y las exportaciones crecieran al 8,1% y al 7,9%, respectivamente.
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