El director general, y artífice, de la multinacional relojera Festina, Miguel Rodríguez, señaló que su proyecto para hacer una fábrica en Villafranca queda ‘aplazado’. La empresa acaba de anunciar un expediente de regulación de empleo de su centro de producción de relojes de oro (Al Andalus Gold) de la capital, situado en Las Quemadas. Éste afectará a 55 de sus 91 empleados unos seis meses. La firma ‘da por hecho’ que los readmitirá pasado ese periodo.
La situación se ha debido, según explica la empresa, a que Festina se ha encontrado con que el fuerte descenso de las ventas de relojes de oro en España le ha hecho acumular mucho ‘stock’, con lo que no podía encargar más trabajo a su centro de Córdoba. Para paliar esa situación, Rodríguez ya marca una ‘hoja de ruta’. Así, señaló que el miércoles ya había dos técnicos suizos del grupo Festina en Córdoba para traer programas informáticos para la maquinaria que hay en este centro de Las Quemadas, que es ‘lo último de lo último de lo último’, para ‘ver si podemos producir otro tipo de producto, pues es un trabajo diferente al oro’. ‘Estoy convencido de que lo haremos’, dijo. Añadió que ‘eso sería para el departamento que hace las cajas de los relojes. Es donde no hemos reducido plantilla. No es debido a que tengamos trabajo ahora, sino porque sé que lo voy a tener ya, en cosa de días o semanas’. ‘Eso cubre una parte de la producción de Córdoba’, explicó.
1,84 millones de ayudas
Del otro departamento de la fábrica de Las Quemadas, el que elabora los brazaletes de los relojes, señaló que mantendría esa misma actividad y apuntó que la solución es ‘trabajar para terceros’ que encarguen a este centro que les haga parte de su producción. ‘Eso se logra buscando nuevos clientes. Recientemente, hemos conseguido dos, que nos han encargado productos para ellos’, dijo Rodríguez, que sostuvo que Festina ‘no cerrará su centro de Córdoba, que ubiqué allí por razones más afectivas que por otro motivo. Y me gasté 1.000 millones de pesetas en él. No hay tres fábricas en el mundo como la de Córdoba’.
Inversión millonaria en el aire
Eso sí, el proyecto para crear unas instalaciones en Villafranca, donde en 2004 compró una parcela de 16.000 metros cuadrados, queda ahora ‘aplazado’, según el director general de Festina. Se trataba de trasladarse de Las Quemadas a una nueva fábrica. Se hablaba de una inversión de 8 millones sólo en equipamiento y tecnología y de que tendría una plantilla de 150 personas.
Rodríguez apuntó que ‘mi preocupación no está ahora en hacer una fábrica’. Y añadió que ‘lo más importante es mantener los empleos y dar trabajo a estas 91 personas, antes de hablar de otras cosas’. ‘Ese proyecto no está descartado, pero sí aplazado, por el momento. A ver qué pasa con la evolución de nuestro centro de Córdoba’, reflexionó. Ahora bien, la sede de Villafranca no era más que la última estación de una iniciativa que lleva años buscando un enclave definitivo y materializarse en una actuación más ambiciosa. En 2000, ya se conocía el interés de Festina de implantarse en Córdoba, en el Parque Joyero. Quería tener 6.000 metros cuadrados y su previsión era emplear a unas 200 personas.
Demoras
Los retrasos en el complejo fabril hicieron que la multinacional se decidiera a iniciar su producción de relojes de oro en Las Quemadas en 2002 tras invertir 6 millones de euros. Iba a ser una sede provisional, pero allí sigue la firma ahora. Ese mismo año la Junta le concedió 725.000 euros para la iniciativa. Luego, también recibiría de la Administración autonómica otros 86.940, en dos subvenciones más. Además, en 2003 percibió 1,02 millones del Ministerio de Industria. En total, fueron ayudas públicas por valor de 1,84 millones.
Al anunciarse el expediente de regulación de empleo, CC.OO. mostró su temor de que fuera el primer paso para un cierre. El sindicato pidió que la empresa, de echar la persiana, devolviera las subvenciones.
De vuelta al pasado, el desembarco en Las Quemadas fue el preludio de la ruptura en 2002 con el Parque Joyero, argumentando las demoras que acumulaba. La nueva ubicación elegida fue el polígono tecnológico Rabanales 21. Hubo un compromiso para adquirir 6.000 metros cuadrados, pero el tecnoparque también se retrasó y Festina confirmó en 2004 que se llevaba el proyecto a Villafranca. Según ha anunciado ahora, debe esperar de nuevo.
Los comentarios están cerrados.