Los líderes de UGT y CCOO en Seat, Matías Carnero y Manolo Gálvez, se reunirán mañana con el presidente de la compañía, Erich Schmitt, para desencallar el reingreso de los últimos despedidos a raíz del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de 2005 y abordar diversos aspectos industriales y laborales.
Los sindicatos mayoritarios en la filial de Volkswagen han amenazado con convocar una huelga de 24 horas el próximo 29 de febrero si el grupo de automoción no reincorpora a los últimos despedidos.
"No vamos a discutir de los planes de futuro si no cerramos el capítulo del plan social del expediente de 2005", ha afirmado a Efe el presidente del comité de empresa, Matías Carnero, quien ha desvinculado esta demanda de la huelga de hambre que mantienen desde hace catorce días dos de los afectados por aquel ajuste de plantilla.
Sin embargo, está previsto que en la reunión de mañana también se hable del lanzamiento de nuevos modelos y de las inversiones previstas en los próximos años.
Los vínculos entre la dirección de Seat y los sindicatos mayoritarios se han enfriado en los últimos meses debido, a juicio de las organizaciones sindicales, a la forma de entender las relaciones laborales por parte de la dirección de la compañía, que se basa en la imposición.
La negociación del nuevo convenio colectivo deberá iniciarse a finales de este año y desde la dirección de Seat se mantiene la voluntad de avanzar en la senda de la reducción de costes y el aumento de la flexibilidad.
En el terreno industrial, fuentes próximas a la compañía apuntan la posibilidad de que Seat traslade parte de la producción del nuevo Ibiza -que se lanzará al mercado a mediados de este año- a la fábrica de Volkswagen en Puebla (México) en el primer semestre de 2009.
Las ventajas competitivas de esta factoría, tanto por la paridad euro/dólar como por la mano de obra barata y especializada, y la proximidad a mercados emergentes de América Latina, han decantado la balanza en favor de México, en detrimento de Brasil.
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