La dirección y los sindicatos de General Motors se reunirán hoy para abordar la situación de la planta de Figueruelas (Zaragoza), donde la multinacional norteamericana ha anunciado 900 despidos por baja voluntaria.
Los sindicatos consideran que la actitud de la empresa es contradictoria, al aumentar el volumen de producción de una fábrica al tiempo que anuncia un expediente de regulación de empleo.
A juicio de las organizaciones sindicales, lo importante en este momento debería ser sentar las bases de un convenio colectivo que afecta a 7.500 trabajadores.
Desde la empresa subrayan que "el proceso que se va a acometer va a ser de bajas voluntarias" y la compañía "está dispuesta a negociar todo lo que haga falta con los sindicatos".
No obstante, mantienen que la prioridad de General Motors en este momento es "ser eficientes y competitivos en una industria global muy difícil y muy competitiva. Ésta es una práctica habitual de negocio dentro del sector".
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