La aerolínea estadounidense Delta Air Lines está estudiando el recorte de 2.000 puestos de trabajo, lo que supondría un descenso del 3% de su fuerza laboral, y ofrecer bajas incentivadas a otros 30.000 empleados, debido al alto coste del petróleo.
La compañía aérea, que todavía no ha conseguido hacerse con el control de su rival Northwest Airlines, tiene previsto eliminar unos 700 empleos administrativos y de gestión y el resto de personal de la aerolínea.
En un documento de la compañía, Delta también anuncia un recorte de los vuelos internos, con el objetivo de reducir la capacidad de los vuelos domésticos un 5% adicional. Así, la aerolínea ha rebajado en un año su capacidad en vuelos domésticos de un 10%.
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