El pujante mercado asiático ha herido gravemente a una empresa menorquina, obligándola a despedir a una decena de trabajadores. ADYR S.A., una compañía familiar de bisutería y elaborados de metal sita en el polígono industrial de Maó, ha incurrido en un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) debido a la deslocalización de parte de su producción. Concretamente, la compañía, que en la actualidad emplea a una treintena de obreros, se ha visto obligada a prescindir de un tercio de ellos después que el sesenta por ciento de su producción huyera a una empresa china.
Según informó José Reyes, secretario general de UGT en la isla, «la compañía intentó que la fabricación se quedara en Menorca, incluso rebajando el precio, pero no se pudo llegar a un acuerdo». Concretamente, ADYR S.A. elaboraba la extremidad inferior metálica de las botellas de cava de Segura Viudas, lo que suponía, según el sindicalista, «la mayor parte de sus ingresos». Tras la deslocalización y siempre en palabras del representante de UGT, «la empresa seguirá adelante», pese a reducir la plantilla.
Reyes agregó que ve la situación del sector bisutero «complicada», ya que «los chinos lo copian todo y producen más barato que los menorquines».
Por su parte, fuentes de la empresa apuntaron a que «se trata de un hecho que ya lleva tiempo produciéndose: los clientes se marchan a Asia». La compañía alertó también, refiriéndose al ERE, de que «no quedaba otro remedio», aunque puntualizaron que ADYR se encuentra siempre buscando nuevos mercados.
El anuncio de despidos en ADYR coincide con otro ERE en Zapatilas Alayor, motivado en este caso por la quiebra de la empresa. La desafortunada compañía cierra sus puertas después de incurrir en pérdidas y, según fuentes sindicales después que su dueño aportara incluso su patrimonio personal para salvarla, en vano.
Ahora, dieciséis trabajadores se ven inmersos por la fuerza en una expediente de regulación con fecha de veintisiete de marzo. UGT, agrupación que representa a los empleados, explicó que la administración «se ha tenido que hacer cargo de cuatro meses de salarios de tramitación impagados».
Zapatillas Alayor, empresa situada en el polígono de La Trotxa de la localidad de Llevant, se apodaba antiguamente «Calzados Piris» e intentó exportar a Estados Unidos con un negativo resultado, según desveló Reyes.
No obstante, el dirigente sindical tildó de «más positiva que la de la bisutería» la situación del sector del calzado en la isla. Según Reyes «tenemos compañías fuertes que apuestan por la calidad, contra la que China no puede competir».
La disolución de empresas en Balears alcanzó la cifra de 813 compañías en 2007, la cifra más alta en los últimos diez años.
Según informó esta semana el Colegio de Registradores de la Propiedad, la defunción de sociedades aumentó en el archipiélago un 57 por cien respecto al ejercicio anterior. Asimismo, en las cuatro islas descendió la creación de firmas en un ocho por cien y también han retrocedido las ampliaciones de capital.
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