Cambios, reestructuraciones y fusiones son parte de los movimientos empresariales que pueden derivar en recortes de personal y reducciones de cargos, incluso a nivel directivo y gerencial.
Enfrentar estos procesos cuando los cambios implican el despido es un desafío difícil, aunque puede transformarse en una oportunidad. En el caso de ejecutivos o gerentes que pierden sus puestos de trabajo, surgirá un cúmulo de preguntas: ¿qué tipo de cargo me corresponde tomar ahora? ¿A qué tipo de empresa quiero postular? ¿Quiero continuar siendo un empleado o prefiero independizarme?
Carrera
Entre tantas interrogantes, hay también espacio para la libertad y replantearse el desarrollo de carrera, además de hacer valer en el mercado laboral la experiencia en posiciones de liderazgo y habilidades técnicas de cierta industria. Es por eso que es un excelente momento para empezar a hacer networking y tener una mirada más global de cuál será el próximo paso.
Karina Pérez, directora de Robert Half en Chile, señala que «muchas veces, los ejecutivos más experimentados, pueden pensar que volver a reubicarse en un trabajo después de determinada edad puede ser imposible, cuando no necesariamente es así. Las empresas y los headhunters ven con buenos ojos a estos profesionales que gozan de una amplia trayectoria y han sabido desempeñarse en cargos directivos y gerenciales. Se valoran muchísimo los años de experiencia y el conocimiento en profundidad de un sector, sobre todo en mercados más pequeños como son la minería o la banca».
Otro recurso, cada vez más común, utilizado tanto por los candidatos como por las empresas son los programas de outplacement, los que más que buscar nuevas oportunidades de trabajo, asesoran a las personas durante su transición laboral para que puedan tomar decisiones informadas y conscientes de cómo continuar desarrollándose profesionalmente.
Al respecto, Andrés Jara, director de Programas y Calidad de la empresa de Outplacement Lukkap Chile, explica que: «Hoy, las personas están más abiertas a otras maneras de reinserción en el mercado laboral. Muchos ejecutivos toman la decisión de emprender e independizarse, mientras que otros optan por cambiarse de industria; cuando están trabajando no tienen espacio para estas reflexiones. Finalmente, valoran el bienestar emocional y aspiran a mejores condiciones de trabajo».
Si bien muchas personas pueden sentirse inseguras con este último camino, porque creen que demuestra poca constancia o inexperiencia, Pérez aclara que «hay un cambio en las compañías, quienes están cada vez más abiertas a los cambios porque entienden el valor y la riqueza del aprendizaje, creatividad y experiencia que pueden llegar de otros sectores».
Según Jara ven que, en promedio, un profesional es contratado en un plazo de entre cuatro y cuatro meses y medio. En ese tiempo, aprende las herramientas de autoconocimiento y de cómo enfrentarse a nuevos procesos de selección.
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