El mayor fabricante mundial de maquinaria pesada, el estadounidense Caterpillar, ha anunciado este viernes el fin de su producción en Bélgica, lo que supondrá el despido de 2.200 trabajadores y la pérdida de unos 5.000 empleos indirectos.
El cierre de la planta de montaje que posee la marca en Gosselies (al sur de Bruselas) se enmarca en la necesidad de reducir costes y reestructurar el grupo a escala internacional, según ha explicado en una rueda de prensa el director financiero de CATERPILLAR (CAT.NY) Mark Thompson.
El gigante norteamericano ya anunció el pasado año un plan de reestructuración a largo plazo con el que preveía suprimir hasta 10.000 empleos en todo el mundo entre 2015 y 2018.
El objetivo de la empresa es trasladar la producción a su planta de Grenoble (Francia) y otros lugares fuera de Europa.
Los sindicatos han criticado la medida y han alertado de que la retirada de Caterpillar es un «terremoto social» para la región valona, ya que amenaza a otros cerca de 5.000 empleos indirectos.
El primer ministro belga, Charles Michel, y el ministro de Empleo, Kris Peeters, se han reunido de manera extraordinaria con el Gobierno regional de Valonia para examinar la situación.
Peeters ha anunciado la creación de un grupo de trabajo para trabajar en las alternativas que se pueden ofrecer a los 2.200 empleados que perderán su trabajo.
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