La tecnológica Sharp ha eliminado la mayor parte de su estructura ejecutiva y ha establecido una nueva oficina de la presidencia en su sede de Osaka (oeste de Japón) como parte de su nuevo proceso de reestructuración.
Se trata del primer movimiento reseñable de cara a redibujar la estructura de la empresa desde que se hizo oficial la compra de Sharp, por parte de la taiwanesa Hon Hai, el pasado julio.
La empresa ha anunciado en un comunicado que eliminará 21 de sus actuales 22 cargos ejecutivos en pos de una gestión más eficiente.
Por otro lado la nueva oficina de presidencia, cargo que ahora ocupa el taiwanés Tai Jeng Wu, contará con unos 200 empleados al mismo tiempo que Sharp cerrará también su sede en la capital nipona, Tokio.
A su vez, las cinco compañías en las que se dividía Sharp se reorganizarán y quedarán estructuradas en 10 divisiones de negocio.
La compañía subsidiaria encargada de fabricar pantallas permanecerá intacta y de hecho se buscará potenciar su presencia en el mercado de los televisores.
La gestión de las operaciones en el extranjero también se redibujará y cuatro de los jefes regionales trabajarán directamente para Hon Hai.
La compra de Sharp, por parte de Hon Hai, que cotiza como Foxconn y fabrica en condición de subcontrata productos para Microsoft, Apple o Sony, ha supuesto la mayor compra de una tecnológica nipona por parte de un ente extranjero hasta la fecha.
La empresa de Osaka aceptó finalmente este año la oferta de la taiwanesa, tras padecer una pésima situación financiera en el último lustro, afectada por las pérdidas de su rama de pantallas de cristal líquido (LCD) y pese a haber implementado otro programa de reestructuración en 2012 que incluyó el recorte de miles de empleos.
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