El impuesto con el que Reino Unido gravará desde abril de 2018 las bebidas con azúcar añadido o que sobrepasen unos determinados umbrales destruirá 4.000 puestos de trabajo en el país y recaudará menos de los 520 millones de libras (605 millones de euros) previstos por el Gobierno, según sostiene un informe elaborado por ‘Oxford Economics’.
«Estimamos que la tasa podría recaudar 504 millones de libras (585 millones de euros) en impuestos, incluyendo 420 millones de libras (488 millones de euros) por la tasa y otros 84 millones de libras adicionales (97 millones de euros) por el IVA abonado sobre la tasa, lo que resulta inferior a la estimación del Gobierno de 520 millones de libras por este impuesto entre 2018 y 2019», señalan los autores del documento.
El sector de los refrescos contribuyó directamente al PIB de Reino Unido con 6.400 millones de libras (7.431 millones de euros) en 2015, mientras que dio empleo de forma directa a 233.000 personas y hasta 350.000 trabajadores de manera general.
En este sentido, los autores calculan que el empleo directo en la industria de los refrescos del Reino Unido podría bajar en 2.700 puestos de trabajo tras la introducción de la tasa y resultar en la pérdida de un total de 4.000 empleos al tener en cuenta el efecto multiplicador.
«La tasa a los refrescos puede resultar en la pérdida de más de 4.000 empleos en Reino Unido. El impacto se sentirá en toda la economía, especialmente en el sector de la hostelería y la venta al por menor», añaden.
El director general de la Asociación Británica de Refrescos (BSDA por sus siglas en inglés), Gavin Partington, ha expresado su «decepción» ante la decisión del Gobierno de seguir adelante con la aplicación de este impuesto a las bebidas azucaradas «dada la incertidumbre que afronta el país» tras la victoria del ‘Brexit’ en el referéndum sobre la UE del pasado mes de junio.
En este sentido, Partington ha defendido que la introducción de esta tasa «causará la pérdida de miles de puestos de trabajo sin tener un impacto significativo en los niveles de obesidad».
El pasado mes de marzo, el Gobierno liderado por David Cameron anunció la introducción a partir de abril de 2018 de un impuesto a las bebidas azucaradas por encima del límite de 5 gramos por 100 mililitros e impondrá una tasa mayor para las bebidas que superen los 8 gramos por 100 mililitros, cuyos ingresos se destinarán a financiar actividades deportivas en los colegios.
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