Orange y todos los representantes de los trabajadores han alcanzado un principio de acuerdo sobre el expediente de regulación de empleo (ERE) presentado con motivo de la fusión de Orange y Jazztel, que será totalmente voluntario e incluye el compromiso por parte de la empresa de no realizar un nuevo ERE en dos años.
Según el principio de acuerdo, alcanzado antes de que finalizara el periodo de negociación, el ERE afectará a un máximo de 496 trabajadores de los centros de Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia, frente a los 550 planteados inicialmente.
Además, todas las extinciones serán «exclusivamente voluntarias», con independencia de que se alcance o no el número máximo de posibles bajas que por ley ha de venir especificado.
En este sentido, contempla que cualquier trabajador procedente de Orange o de Jazztel perteneciente a alguno de los centros afectados podrá adscribirse al ERE, una vez aprobado, hasta el 11 de abril, aunque quedarán excluidas las personas que a 9 de febrero de 2016 estuvieran en situación de excedencia y los expatriados.
La empresa se compromete a gestionar las salidas «lo antes posible», normalmente en un plazo de 15 días desde la solicitud de adscripción, aunque por razones operativas debidamente justificadas en algunos casos podría retrasarse la salida un máximo de tres meses, o seis si se tratara de un director.
Asimismo, la dirección acepta no ejecutar un nuevo ERE en el plazo de dos años y no abordar durante un año en los centros de trabajo afectados procesos colectivos de externalización con destrucción directa de empleo o de movilidad geográfica forzosa.
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