Comisiones Obreras (CCOO) ha acusado a Vodafone de comenzar a notificar los 400 despedidos forzosos el día posterior a la celebración en la Audiencia Nacional del juicio contra los ERE de Vodadone y Ono, pero la empresa asegura que no existe ninguna vinculación entre ambos hechos y el proceso sigue simplemente el calendario previsto.
En un comunicado, CCOO sostiene que el inicio de las salidas forzosas el 13 de enero, al que se opone «frontalmente», se debe a una estrategia de eludir las consecuencias de una posible sentencia favorable al sindicato, puesto que se paralizarían los despidos no ejecutados.
Sin embargo, fuentes de la empresa aseguraron a Europa Press que el hecho de que los despidos coincidan con el juicio es algo casual, ya que la compañía está siguiendo el calendario marcado para en los ERE. Así, remarca que el pasado 31 de diciembre concluyeron las salidas voluntarias y en enero debían comenzar a realizarse los despidos forzosos.
El pasado 12 de enero se celebró en la Audiencia Nacional un único juicio conjunto ante las dos demandas interpuestas por CCOO contra los ERE de Vodafone y Ono, que afectan a 1.059 trabajadores de ambas empresas y fueron acordados el pasado mes de septiembre con los sindicatos UGT y STC.
Comisiones reitera que siempre ha mantenido que ambos ERE eran «injustos y desproporcionados» y afirma que la plantilla se manifestó en el mismo sentido en las asambleas que se celebraron en ambas empresas, en las que mayoritariamente se rechazaron los ERE.
El abogado de CCOO expuso en el juicio muchos de los indicios y pruebas que pudieran determinar la ilegalidad de los procedimientos y dejó en evidencia gran parte de los puntos en los que la empresa basaba su defensa. Así, argumentó que un ERE «no puede ser una acción preventiva ante una hipotética fusión, aunque ésta sea planteada como un hecho futuro y contingente».
El juicio ha quedado visto para sentencia y el sindicato espera que la Audiencia Nacional le dé la razón y declare nulos los ERE por ser «injustos y desproporcionados».
Vodafone alcanzó a finales de septiembre un acuerdo con los sindicatos mayoritarios UGT y STC en el marco las negociaciones del ERE, tras reducir en un 18,35% la cifra inicialmente planteada para 1.297 empleados.
En cuanto a las condiciones pactadas para el ERE, las indemnizaciones han sido de 45 días por año trabajado hasta la reforma laboral de febrero de 2012, con 42 mensualidades, y de 33 días por año desde entonces, con 24 mensualidades, lo máximo que fija la ley para un despido improcedente.
La empresa recibió un total de 670 solicitudes de baja voluntaria, lo que suponía un 63% del total de los afectados por este proceso, aunque algunas se rechazaron por necesidades de servicio. Estas salidas se fueron realizando de forma progresiva hasta el 31 de diciembre, tras lo cual se iniciarían los despidos forzosos, según la empresa.
Los comentarios están cerrados.