Deutsche Bank, la mayor entidad bancaria de Alemania, recortará 15.000 puestos de trabajo y abandonará sus actividades en diez países en el marco de una profunda reestructuración del banco con el objetivo de recortar sus costes en 3.800 millones de euros para 2018, después de haber registrado pérdidas récord de 6.024 millones de euros en el tercer trimestre del año. John Cryan, co-consejero delegado del banco, indicó que la nueva estrategia de Deutsche Bank se sustenta sobre cuatro aspectos: ser más simple y eficiente, reducir el riesgo, estar mejor capitalizado y gestionar Deutsche Bank con mayor disciplina. «Lamentablemente, esto también significa el cierre de algunas filiales y localizaciones en países, así como reducir el personal de cara al público y en infraestructura», añadió el máximo ejecutivo del banco.
De este modo, la entidad germana anunció su intención de cerrar sus operaciones en Argentina, Chile, México, Perú, Uruguay, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Malta y Nueva Zelanda, además de transferir su negocio de ‘trading’ en Brasil a centros regionales y globales. Deutsche Bank anunció su intención de recortar 9.000 puestos de trabajo a tiempo completo y prescindir de otros 6.000 puestos correspondientes a contratistas externos en su área de tecnología global y operaciones.
Asimismo, el banco tiene la intención de desprenderse de activos con una base de costes total de unos 4.000 millones de euros y alrededor de 20.000 empleos a tiempo completo equivalentes a lo largo de los próximos 24 meses. La entidad pretende reducir a la mitad el número de clientes de su negocio de mercados globales, especialmente en países de mayor riesgo. Por otro lado, el banco suprimirá aproximadamente unas 90 personas jurídicas. Deutsche Bank anunció su intención de modernizar su «obsoleta y fragmentada arquitectura de tecnologías de la información» mediante la reducción de sistemas operativos y sustitución de hardware y aplicaciones de software al final de su vida útil.
La entidad calcula que las medidas previstas supondrán un ahorro bruto de costes de unos 3.800 millones de euros para 2018, con un coste asociado por reestructuración y despidos de entre 3.000 y 3.500 millones de euros. De este modo, Deutsche Bank se ha marcado como objetivo reducir sus costes ajustados por debajo de los 22.000 millones de euros en 2018, así como una ratio de capital básico CET 1 de al menos el 12,5% para finales de 2018 y una ratio de endeudamiento de al menos el 4,5% para ese mismo año y de al menos el 5% para finales de 2020. Pérdidas récord en el tercer trimestre.
El mayor banco de Alemania registró pérdidas por un importe neto récord de 6.024 millones de euros en el tercer trimestre del año, frente al resultado negativo de 92 millones de euros del mismo periodo de 2014, después de asumir amortizaciones y depreciaciones, según anunció la entidad, que ha decidido suprimir el reparto de dividendos durante este año y el siguiente.
«En el tercer trimestre de 2015 registramos una pérdida neta récord, un resultado altamente decepcionante provocado en gran medida por elementos que ya habíamos señalado anteriormente», declaró John Cryan, con-consejero delegado del banco. La cifra de negocio neta de la entidad alemana alcanzó entre julio y septiembre un total de 7.330 millones de euros, un 6,8% por debajo del dato correspondiente al mismo periodo del año anterior.
De este modo, en los nueve primeros meses de 2015 Deutsche Bank registró pérdidas de 4.647 millones de euros, frente al beneficio neto de 1.250 millones de euros un año antes, mientras la cifra de negocio de la entidad creció un 11,5%, hasta 26.883 millones de euros. A pesar de las pérdidas registradas, el máximo ejecutivo de Deutsche Bank destacó que la ratio de capital común Tier 1 «aumentó ligeramente, hasta el 11,5%», mientras la ratio de endeudamiento se mantuvo estable en el 3,6%, reflejando parcialmente la disminución de los activos ponderados de riesgo, así como la decisión de la entidad de no recomendar el reparto de dividendos.
Previamente a la presentación de sus cuentas, Deutsche Bank informó de que planea eliminar el dividendo ordinario para los ejercicios fiscales 2015 y 2016. «El consejo espera recomendar el pago de dividendo ordinario a partir del ejercicio fiscal 2017», añadió la entidad.
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