En concreto, en la reunión de este martes se espera que la compañía entregue la documentación y determine la composición y coordinación de las dos mesas de negociación: una para Vodafone y otra para Ono, según han señalado fuentes sindicales a Europa Press.
En principio, aproximadamente el 60% de los empleados a los que afectará el ajuste serán de Ono, cuya plantilla está compuesta por unos 2.500 trabajadores, y el 40% de Vodafone, con una fuerza laboral formada por 3.700 empleados.
El periodo de consultas, que se prolongará durante un mes, forma parte del proceso de integración de las estructuras de Vodafone y Ono y se produce tras la definición de las líneas directivas de todas las áreas de la empresa fusionada.
Una de las cuestiones que tendrá que determinar la empresa es la coordinación y la conformación de las mesas de negociación, dependiendo si se negocia por secciones sindicales o por representación legal, han explicado las fuentes. Así, Vodafone tendrá que decidir si los sindicatos minotitarios, cuya representación está por debajo del 3%, se integran en estas mesas.
FORMACIÓN DE LAS MESAS
Actualmente el sindicato mayoritario en Vodafone es UGT, con el 50,94% de los delegados, seguido de CC.OO., con un 30,19%, de STC, con un 16,04%, y, por último, de CIG, con un 2,83%. Por su parte, en Ono el sindicato mayoritario es STC, con un 38,9%, seguido de UGT, con un 31,5%, de CC.OO., con un 24,1% y de CGT, CIO y USO, con un 1,9%, cada una.
La compañía señaló a finales de julio, cuando se hizo público su intención de llevar a cabo un ERE, que entre los motivos que justifican los procedimientos de despido colectivo se incluyen, además de las redundancias generadas por la integración de ambas organizaciones, la caída de ingresos y de Ebitda en los últimos años, así como la inversión en redes de nueva generación, que exige mayores niveles de eficiencia.
«El ajuste de plantilla es un paso necesario dentro del plan de integración y forma parte de las iniciativas abordadas para lograr que la organización resultante sea eficiente y competitiva», manifestó la compañía.
Desde los sindicatos han mostrado su «más absoluto» rechazo al ERE de Vodafone y critican que el instrumento para hacer una compañía competitiva sea la destrucción de empleo sin buscar «fórmulas alternativas» en el ámbito organizativo y de recursos.
OTROS ERES
Vodafone anunció en marzo de 2014 la compra de la firma de cable Ono por un importe total de 7.200 millones de euros, incluyendo la deuda del grupo español. La operación se cerró cuatro meses después tras obtener a principios de julio la aprobación sin condiciones por parte de la Comisión Europea.
Cabe recordar, que antes de la adquisición de Ono, Vodafone ya emprendió un despido forzoso en 2013 cuando la empresa pactó con los sindicatos un ERE, que incluyó el despido de 620 trabajadores, la externalización de servicios, con 130 empleados afectados, así como cambios en las condiciones laborales para otras 150 personas. Por su parte, Ono aplicó un ERE que afectó a 988 trabajadores en 2009.
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