La compañía informó de que su ganancia en el último trimestre retrocedió hasta los 105 millones de dólares por el retroceso de las ventas de ordenadores y tabletas y la creciente competencia en el mercado de los teléfonos inteligentes.
El recorte de plantilla de concentrará en empleos «no manufactureros» y busca reducir los gastos de la compañía en 650 millones de dólares (585 millones de euros) en el segundo trimestre fiscal de la compañía y en 1.350 millones de dólares (1.216 millones de euros) en el conjunto de su ejercicio.
«En el último trimestre, afrontamos seguramente el ambiente de mercado más duro de los últimos años, pero aún conseguimos resultados sólidos», afirmó el presidente y consejero delegado de la empresa, Yanqing Yang.
Los dos retos que tiene por delante Lenovo son, en primer lugar, revitalizar las ventas de un mercado en declive como el de los ordenadores, y en segundo, reestructurar la división móvil para conseguir un mayor crecimiento. Os recordamos que aquí tienen un lío entre Motorola y Lenovo, que más o menos trabajan de forma independiente.
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