CaixaBank, que a principios de enero formalizó la compra del negocio de Barclays en España, ha planteado a los sindicatos un recorte de 1.120 empleados de Barclays en España, lo que supone el 46,6% de la plantilla actual.
Fuentes conocedoras del proceso han precisado a Efe que se trata de una primera propuesta con la que se abre la negociación y que afectaría a 641 empleados de servicios centrales, situados en Madrid, y a 479 más de la red de oficinas.
De este modo, en los servicios centrales, en los que trabajan 721 personas, solo quedarían 80 empleados. En cuanto a la red de oficinas, en las que trabajan 1.576 personas, CaixaBank plantea la salida de 130 empleados de Madrid, otros 34 de Barcelona y los 315 restantes del resto de España.
Fuentes sindicales han explicado a Europa Press que ven el recorte de personal «excesivo», y que prepararán propuestas alternativas a los despidos y para que no se lleven a cabo medidas forzosas.
«Se trata de una entidad que no ha sido intervenida por el FROB ni ha recibido ayudas, por lo que no está condicionada a despidos solicitados por Bruselas», han señalado. «Ahora estamos en un contexto de cierta recuperación económica, y esperamos que las sinergias previstas no sean todas a costa de los puestos de trabajo», han añadido.
Barclays Bank, que se ha convertido en nueva filial del grupo CaixaBank, aporta 550.000 clientes, principalmente de banca minorista y banca privada y personal, una red de 262 oficinas y unos activos de 21.600 millones de euros.
La entidad que preside Isidre Fainé prevé unas sinergias de costes anuales brutos de 150 millones en 2016 y unos costes de reestructuración de 300 millones netos de impuestos tras la adquisición de los negocios de banca minorista, gestión de patrimonios y banca corporativa de Barclays Bank en España (el grupo Barclays mantendrá en el país Barclaycard y el negocio de banca de inversión).
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