Más de 6.500 empleados de la empresa PT Dong Joe, que fabrica en Indonesia las zapatillas de la marca Reebok, se manifestaron para exigir que se les paguen los cerca de once millones de dólares que se les debe.
Ismail, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de Indonesia, aseguró que los trabajadores fueron suspendidos en sus funciones el pasado mes de septiembre debido a dificultades económicas de la compañía, y aún no se les han pagado los salarios e indemnizaciones, informó hoy el diario 'The Jakarta Post'.
Los empleados se manifestaron ayer en la localidad de Tentarang, cerca de Yakarta, frente a la fábrica de PT Dong Joe, una empresa surcoreana que cuenta con licencia del Grupo Adidas para fabricar modelos de sus marcas Reebok y Adidas en Indonesia.
El director de la empresa contratista, Hasdanil, afirmó que los operadores de PT Dong Joe Indonesia, conocidos como Cheon y Kim, repentinamente paralizaron las operaciones el año pasado y volvieron a Corea del Sur.
Según el periódico, el Tribunal Comercial de Yakarta declaró a PT Dong Joe en bancarrota el pasado 7 de diciembre y el Banco Rakyat fue designado para subastar los activos de la compañía entre el 21 de marzo y el 21 de mayo.
PT Dong Joe Indonesia, y su subsidiaria PT Spotec, cesaron sus actividades en septiembre tras argumentar que tenían dificultades en adquirir el crédito necesario para comprar materias primas para la producción de zapatos y zapatillas, anunció entonces el presidente de la Asociación de Zapatos de Indonesia, Eddy Widjanarko.
Widjanarko explicó en aquel momento que la empresa surcoreana sostenía que el precio de venta de sus zapatillas a Reebok (cinco dólares el par) no había subido en los últimos cinco años, mientras que los costes de producción si se habían incrementado.
PT Dong Joe adeuda a sus trabajadores cerca de tres millones de dólares en salarios impagados, y más de siete millones en concepto de indemnizaciones por despido.
El gerente de la compañía, Harold Kussler, indicó que los activos de la compañía incluyen los terrenos, edificios y maquinaria de la fábrica, y que los zapatos producidos hasta el mes de septiembre no podrán venderse porque están demasiado dañados.
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