El instituto Mm, de referencia para la Gestión de Cambio, entrega un premio muy especial a Eva Levy, por sus más de 28 años de voluntariado a favor de la igualdad entre hombres y mujeres. Debemos “cambiar la visión de género para generar un cambio” asegura la autora de Entre diversidad y fragmentación, Apuntes para tiempo de cambios (LoQueNoExiste) y Presidenta de Honor de WomenCEO, una mujer de referencia en materia de diversidad y feminismo.
Eva Levy ha dedicado 28 años de su vida a defensa de la igualdad de hombres y mujeres en el terreno de la empresa, por una carrera directiva femenina sin barreras. Ha colaborado con instancias europeas y nacionales para llevar esa presencia femenina hasta los consejos de administración. Es articulista, impulsora de debates en ámbitos académicos, empresariales y mediáticos, desde hace años.
Eva Levy representa un estímulo, también, a la presencia femenina en las carreras y profesiones STEM con artículos, intervenciones y organización de actos para visibilizar a las profesionales en esas áreas y ponerlas en contacto con estudiantes pre y universitarias. Consultora pro bono de mujeres profesionales en algún punto complejo de su carrera. En su opinión, las mujeres deben convertirse en “cibernéticas” y enfocar de forma más eficiente su capacidad y talento en estas nuevas profesiones, que serán “las más demandadas y mejor pagadas”, según la experta en diversidad.
Las mujeres que deseen encontrar trabajo deberán reciclarse y adaptarse a la demanda laboral: El 46% de las profesiones surgirán en los ámbitos de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, conocido como sector STEM.
Las mujeres occidentales copan actualmente la enseñanza superior, pero no superan el 25% en las carreras técnicas. Esta situación se produce especialmente en España. En algunas especialidades, como la informática, hay un retroceso notable desde la burbuja “.com” según Eva Levy. En otras, como las ingenierías, “el relativo incremento de estudiantes no casa con su ocupación posterior y se observa el abandono de tareas técnicas de primera línea al cabo de un tiempo”. Levy esgrime razones sociales y hace una petición: “Hay que combatir esta situación si no queremos retroceder en derechos”.
Continúan los estereotipos
Según la autora, incluso entre las personas más cultas, está interiorizado el estereotipo de que los hombres, desde niños, están más capacitados para la ciencia, la matemática y lo “espacial”; mientras las niñas funcionan mejor en las humanidades y en lo “verbal”.
La idea es tan fuerte, entre padres y educadores, que las propias chicas, por buenos resultados que obtengan en matemáticas, los valoran por debajo de la realidad y piensan que hay que ser excepcional para optar a este tipo de carreras. “Si seguimos así, las mujeres perderemos oportunidades de crecimiento y eso supondrá un retroceso para todos. Hay mujeres en esas disciplinas sí, pero pocas, a pesar de que el 70% de los empleos futuros estarán en este ámbito”, advierte Levy.
La autora, una de las principales expertas en materia de género, tiene el mérito de haber promovido en España la presencia de la mujer en la alta dirección de las empresas y de los consejos de administración durante los últimos veinte años. En su obra, Eva Levy afirma que “Bruselas muestra prisa en destacar el valor económico de las mujeres, y nos insta a movernos”.
Falta de chicas tecnológicas
Las mujeres rehúyen las llamadas STEM: Ciencia Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. “El cambio depende de Gobiernos, centros escolares familias y de las profesionales STEM que deben hacerse más visibles”, según Eva Levy. A edades sensibles, sentirse rara o no ver ejemplos atractivos, llevan a las chicas a otras salidas, casualmente peor pagadas que las ligadas a las STEM.
No hay razones genéticas que incapaciten a las mujeres para acceder a los sectores STEM, pero algunos estudios señalan que el mensaje persistente y temprano de que “eso no es lo suyo” y que las que lo intentan son “poco atractivas” tiene un peso alarmante en la UE y en USA. “Aunque parezca una lucha sin fin, hay que pelear denodadamente para que el progreso técnico sea un manantial de riqueza y mejoras sociales accesibles a todos”, advierte Levy.
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