El presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, Arturo Fernández, presentará hoy su dimisión del cargo ante la apertura del juicio oral sobre las tarjetas black de Caja Madrid. Fernández aprovechará la reunión del Comité Ejecutivo de la Cámara para poner su cargo a disposición de este órgano de dirección y del Pleno de la Corporación, y también hará lo mismo el vicepresidente primero de la institución, Miguel Corsini. Una vez aceptadas las renuncias, se abrirá el proceso de renovación de los cargos del Comité, órgano permanente de gestión y administración de la Cámara de Comercio madrileña.
Fernández explicó que devolvió todo lo gastado nada más enterarse «de que la tarjeta no era correcta» y afirmó que está «tranquilo, porque la pena que propone el fiscal es de menos de dos años».
«Lo hacemos no sólo en beneficio propio para poder defendernos bien, sino en beneficio de la Cámara y para no perjudicar al organismo», explicó Arturo Fernández, quien ha calificado la situación actual del organismo cameral como «un momento de transición».
Según el desglose de gastos de consejeros y directivos de Caja Madrid entre los años 2003 y 2012, Arturo Fernández utilizó la tarjeta de Caja Madrid principalmente para abonar almuerzos y cenas en restaurantes, incluidos los de la cadena de su propiedad. En el tiempo en el que fue consejero de la entidad financiera, el presidente de la patronal madrileña efectuó gastos con su tarjeta por un importe de 37.326,57 euros, que ya ha reintegrado a la Fundación Caja Madrid.
El actual vicepresidente segundo de la Cámara, Juan López-Belmonte, asumirá probablemente la presidencia, tras la renuncia de Fernández y Corsini, dado que no se pueden celebrar elecciones para renovar las 84 Cámaras de Comercio de España hasta que se convoquen en la Cámara Oficial de Comercio de España.
Arturo Fernández dejó la Presidencia de la Confederación de Empresarios de Madrid (CEIM) en diciembre de 2014, justo un día después de celebrarse las elecciones a la presidencia de la CEOE, que ganó Juan Rosell, y tres meses después de la polémica vivida por el uso de las tarjetas B de Caja Madrid. Le relevó en el cargo Juan Pablo Lázaro.
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