Las cifras de fracaso de las pequeñas y medianas empresas (pymes) son abrumadoras en cualquier país que se analicen y más en el contexto actual de pandemia. En un escenario con una alta saturación en el mercado digital y ralentización de la economía, el 25% de las compañías de nuestro país se encuentran en situación de quiebra técnica y el 45% de las pymes están en riesgo de desaparecer, según Dipcom Corporate.
“Crear una empresa, darle vida y conseguir que siga con ella después de cinco años es toda una hazaña al alcance solo de unas pocas. En España, menos de la mitad de las empresas consigue sobrevivir a los cinco primeros años de vida”, señala Igor Ochoa, CEO de Dipcom Corporate.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el primer año es cuando desaparece el 24% de las compañías que se crean, mientras que del 76% restante que logra sobrevivir a los 12 primeros meses mueren un 10% en el segundo y otro 10% en el tercer año. Con ello, más de la mitad de las empresas se han quedado por el camino.
Igor Ochoa alerta de la situación y reflexiona que “más del 99% del tejido empresarial español lo componen pequeñas o medianas empresas y, de todas ellas, el 89% tiene un equipo formado por diez o menos trabajadores lo que limita sus recursos, aumenta su vulnerabilidad e incrementa su probabilidad de entrar en situación de quiebra”.
Desde Dipcom Corporate señalan que, además, vienen una época complicada para la venta en España como es el verano. “Las empresas españolas no pueden sobrevivir más de 60 días sin ingresos afrontando unos costes fijos. Por ello, la necesidad de liquidez genera empresas en quiebra”, apunta Igor Ochoa.
¿Cómo evitar este escenario ‘pandemia de quiebras’?
Desde la consultora experta en concurso de acreedores señalan la importancia de darle una oportunidad al preconcurso de acreedores. “Acogerse a ellos no tiene porqué conducir necesariamente a la liquidación, e incluso cuando lo hace, se protege la empresa de embargos y ejecuciones, abriéndose un proceso de negociación con acreedores que permite que la empresa tenga una oportunidad para recuperarse”, apunta Igor Ochoa.
Algo que deben tener en cuenta las pymes es que una herramienta como el concurso de acreedores permite conseguir una refinanciación de la deuda hasta un plazo de cinco años, que incluso puede llegar a los 10 años en casos excepcionales.
Por otro lado, desde Dipcom Corporate resaltan que “el concurso de acreedores es un proceso flexible y que incluso en la fase de liquidación de la compañía se puede recuperar la unidad productiva del negocio. Esto permite rescatar negocios y dotarlos de viabilidad librándoles de su deuda bancaria y de la mayoría de sus pasivos”.
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