Muchas pequeñas y medianas empresas han basado su “éxito” durante 2020 en su propia supervivencia. Para ello optaron por plataformas y soluciones digitales que les permitieran seguir el curso de su actividad y evitar el estancamiento o cierre de su negocio. Esa gran parte de las pymes que mostraron flexibilidad y capacidad de reacción rápida para adoptar un enfoque digital, han logrado llegar a 2021 en condiciones, más o menos, ventajosas. Mientras que, aquellas otras organizaciones que, o no tuvieron la agilidad o la previsión necesarias o las herramientas adecuadas, no pudieron continuar con su actividad, presentando cifras de negocio muy alarmantes. O, incluso, cerrando definitivamente.
Isabel Pomar, CEO de Datisa señala: “sabíamos que la digitalización es una estrategia exitosa a largo plazo. Pero durante los últimos meses hemos observado también su capacidad para proporcionar resultados desde un punto de vista más cortoplacista, incluso en los mercados verticales. Las plataformas digitales han ayudado a las pequeñas y medianas empresas también a reducir los costes operativos, a automatizar sus procesos y a minimizar de forma considerable su margen de error. Y, todo ello, bajo la lupa de la rentabilidad en un momento, verdaderamente, crítico”.
A pesar de ello, es necesario darle la importancia necesaria a la hora de reevaluar las soluciones adoptadas durante la pandemia para determinar su uso más allá de la crisis. Es importante, dicen desde la firma española de ERP para pymes, combinar las herramientas digitales con una estrategia de innovación sólida que apunte a la eficiencia y a la mejora de la competitividad. Pero, sobre todo, que ayude a entender, facilitar y agilizar los procesos. Y, sobre todo, que permita establecer un vínculo directo entre la tecnología y la rentabilidad.
Además de lo ya mencionado, existen tres razones clave para animar a las pequeñas y medianas empresas a seguir digitalizando sus entornos:
- El rediseño de las operaciones comerciales. Este hecho irá muy ligado a la movilidad y al trabajo en remoto por lo que la digitalización será clave para dar soporte a unos procesos que, además de eficientes, deberán ser también, transparentes.
- Un ecosistema operativo más digital. La digitalización de la empresa proporcionará un mayor conocimiento sobre los procesos, los clientes, los costes, los beneficios, la rentabilidad de los diferentes centros de coste, líneas de negocio, etc. Este conocimiento más detallado agilizará las operaciones, pero, sobre todo, impactará en positivo sobre la atención y fidelización de los clientes, la prestación de servicios, y, en general, proporcionará un valor añadido a sus procesos comerciales.
- Empresas inteligentes. Con la digitalización como corriente principal, las pymes tienen a su disposición diferentes plataformas ERP, innovadoras, funcionales y asequibles. Las organizaciones que integren sus procesos clave en una plataforma ERP impulsarán su transformación hacia la inteligencia de negocio. Es decir, estarán más cerca de convertirse en empresas inteligentes. Organizaciones basadas en datos, que giran en torno al conocimiento que les aporta la información que manejan, capaces de tomar decisiones, incluso, en tiempo real.
Ahora bien, desde Datisa insisten en que “no se trata de invertir más, sino de optimizar el potencial de la inversión que se realice. Es decir, de rentabilizar la tecnología -y la redefinición de procesos- lo antes posible. Hemos visto que muchas de las organizaciones que antes de la crisis se mostraban escépticas a la hora de invertir en soluciones y/o estrategias digitales, durante la pandemia han apostado incondicionalmente por las tecnologías digitales para sobrevivir, incluso, para evolucionar. En este sentido, contar con el apoyo de un socio tecnológico experimentado ayudará a las pymes a proporcionar a sus clientes ese valor extra que necesitan y que les permitirá prosperar en medio de cualquier crisis”.
Sin duda alguna, el futuro es digital, por lo que las organizaciones de todos los tamaños y entornos integrarán la digitalización en todos los aspectos de su negocio. Con tecnologías innovadoras y un escenario tan convulso como incierto, la inversión digital será un imperativo para las pymes que quieran seguir siendo competitivas.
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