RRHH Digital España debería establecer un compromiso firme y bien definido para cumplir los objetivos fijados por la Unión Europea para el 2020 para lograr un 3% de inversión en I+D como porcentaje del PIB. De no ser así, se enfrenta una posible pérdida de capacidad de innovación que lastrará su competitividad y retrasará su recuperación. Además, la escasa participación de las empresas privadas en el sistema de innovación e I+D del país continúa siendo el talón de Aquiles del sistema español de ciencia y tecnología (se redujo un 7% en el último año, pasando del 0,72% al 0,67% del PIB) en el momento en que más necesarios son este tipo de inversiones.
Ésta son algunas de las principales conclusiones del Índice Altran de Potencial Innovador 2013, presentado hoy en Madrid, y cuyo objetivo es evaluar la capacidad innovadora de los países europeos y determinar las recomendaciones más óptimas para cada país, y en especial para España, con el fin de que mejoren sus potenciales de ciencia, tecnología e Innovación.
Según el informe 2013, España consigue mantener su valor del Índice Altran, con un incremento mínimo con respecto al de 2012 del 0,3%. Este hecho es relevante para nuestro país porque la mayoría de países de capacidad media y alta presentan disminuciones. España, con un valor de 0,52 en el Índice Altran sigue superando la media de la UE en capacidad de innovación (0,48).
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