Anunciadas por los nuevos propietarios de Barclays Bank en España CaixaBank duras medidas de ajuste y un ERE cuyo inicio está previsto el 26 de enero 2015, la plantilla de la Entidad Bancaria ha reaccionado recabando firmas hasta un total cercano a las setecientas (700) para solicitar participar directamente en el proceso y, de no ser aceptado por la comisión negociadora, convocar asamblea de revocación del Comité de Empresa del Banco.
Recordemos que la dirección de Barclays Bank SAU propuso un ERE con bajas voluntarias de 1.120 trabajadores ofreciendo indemnizaciones de 30 días por año de servicio con un tope de 24 mensualidades más una prima de voluntariedad de 1.000 euros por cada tres años de prestación de servicios.
Para los mayores de 53 años a 31 de diciembre de 2014 (un máximo de 112 personas) ha puesto sobre la mesa una indemnización equivalente al 70% del salario neto hasta los 61 años, con abono del Convenio Especial con la Seguridad Social (CESS) hasta los 61 años, con descuento de la prestación de desempleo.
Si no se alcanza el número de 1.120 voluntarios, las extinciones forzosas contarán con una indemnización de 28 días por año trabajado con un tope de 22 mensualidades. En los tres casos, la entidad financiera pone un límite máximo de 180.000 euros de coste para la empresa.
Ante tan duro ajuste el personal de la entidad financiera recientemente adquirida por CaixaBank, al que se somete por tercera vez a un proceso de este tipo, ha decidido confiar la negociación no a su Comité (que, a partes iguales del 50% está compuesto por Comisiones Obreras y UGT) sino a un asesor privado con el fin de plantar cara a la oferta de la empresa.
Fuentes sindicales indican que no existe motivo alguno para esta reacción de la plantilla y que es el inicio de un proceso que debe afrontarse con una espíritu de negociar de buena fe y no se han mostrado dispuestas a dejar que ningún asesor externo ajeno a los sindicatos se incorpore a la mesa negociadora.
Los trabajadores insisten en que el mismo Comité de Empresa aceptó dos expedientes muy duros para el personal y que el que se inicia se plantea en condiciones incluso inferiores a los anteriores sin que, por parte de los representantes se haya contestado con firmeza a los planteamientos de la empresa.
Es evidente que el ERE se inicia en un clima de conflictividad extraordinariamente inusual que hará complicado se concluya de manera negociada.
Por todo ello, un grupo de trabajadores ha decidido fichar al despacho de Jiménez de Parga cuyo socio director del área laboral, Fernando Vizcaíno de Sas, es colaborador nuestro en el programa La Voz de los RRHH y columnista habitual.
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