El ritmo de crecimiento de la actividad manufacturera en España durante el pasado mes de abril se ralentizó hasta los 52,7 puntos básicos, frente a los 52,8 del mes anterior, lo que supone el nivel más bajo en dos meses, según el indicador PMI manufacturero elaborado por Markit, que considera que el sector no alcanzó su máximo potencial de expansión por las reticencias de las empresas a aumentar el empleo, lo que impidió que la producción cubriera el aumento de pedidos.
En este sentido, Andrew Harker, responsable del informe para España destaca que el sector manufacturero español mantuvo su reciente racha de crecimiento en abril, cuando, además, el dato del PMI señaló el mayor aumento de la producción en cuatro años.
No obstante, el experto señala que «el crecimiento podría haber sido aún más rápido si la marginal creación de empleo no hubiese impedido que la producción fuese suficiente para cumplir con el nivel de nuevos pedidos».
En este sentido, Harker considera que «la reticencia de las empresas a aumentar el empleo a un ritmo más fuerte» pone de relieve la fragilidad de la recuperación en un contexto en el que las firmas siguen destacando su necesidad de controlar los costes, lo que ha supuesto que los precios disminuyan por segundo mes consecutivo en abril.
Una lectura del indicador PMI manufacturero por encima del umbral del 50% implica que el sector se encuentra en expansión, mientras que una dato inferior a este límite supone una caída de la actividad.
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