La inquietud por el desempleo va en aumento y sigue siendo el principal problema para los españoles, a pesar de que mejora la percepción de la situación económica y política, según refleja el Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), correspondiente al mes pasado y que se ha hecho público este lunes.
La última oleada del CIS muestra además un fuerte incremento de la preocupación con la inmigración, que se coloca como octavo problema y en su nivel de junio de 2012. No obstante, su porcentaje no tiene nada que ver con su cifra récord de septiembre de 2006, cuando este fenómeno era el primer problema nacional con un 59,2 por ciento de menciones.
El barómetro, que tiene un margen de error de más/menos 2 por ciento, se basa en un total de 2.470 entrevistas personales y domiciliarias realizadas en 241 municipios de 51 provincias entre el 1 y 11 de marzo.
La lista de problemas nacionales sigue liderada por el desempleo, que es citado como una preocupación en el 82,3 por ciento de los cuestionarios, 1,2 puntos más que en el mes anterior.
El segundo puesto es, de nuevo, para la corrupción y el fraude que, con un 41 por ciento de alusiones, baja 3,2 puntos respecto a febrero, y le siguen, como tercer problema, los de índole económica, con un 28,2 por ciento.
La clase política en general continúa aferrada al cuarto puesto de la tabla en el que ya lleva más de un año. En marzo los españoles que la citan como un problema han subido casi dos puntos situándose en el 26 por ciento. La preocupación por el Gobierno y los partidos continúa en torno al 3 por ciento de menciones.
La tabla se completa, en este orden, con la sanidad (10,2%), educación (8,7%), los problemas sociales (7,4%) y, en el ya mencionado octavo puesto, la inmigración (5,1%). Más abajo aún figuran los recortes (3,5%), los bancos (2,2%) o los desahucios (1,5%).
La relación de problemas personales también la encabeza el paro que roza el 50 por ciento, seguido con un 27 por ciento de los problemas económicos, la corrupción (13%), la sanidad (10,9%) y la clase política (10%).
LOS QUE TRABAJAN, MÁS OPTIMISTAS
El CIS también pregunta a los entrevistados sobre sus perspectivas personales en el plano laboral y refleja un incremento del porcentaje de parados que ven «poco» o «nada» probable colocarse en los próximos doce meses, que pasan de un 57 por ciento en febrero a un 61,1 por ciento en marzo. En paralelo, también son menos los que esperan encontrar un puesto de trabajo en ese periodo que se sitúan en un 31,2 por ciento frente al 33,8 por ciento del mes anterior.
Entre el 40 por ciento de los consultados que aún trabaja, 14,2 por ciento no tiene miedo de dejar de hacerlo, un punto menos que en febrero, y también sube, en este caso más de dos puntos hasta el 76,45 por ciento, el porcentaje de los que creen que no se quedarán en paro en el próximo año.
Respecto a la situación económica en general se percibe algo más de optimismo. Aunque sólo el 1,3 por ciento la define como «buena» o «muy buena» y el 84,5 por ciento la considera «mala» o «muy mala», este último porcentaje es 2,5 puntos menor que en febrero. A un año vista, suben 1,6 puntos los que confían en que mejore, que ya son el 21,1 por ciento, y bajan cinco puntos los que creen que irá a peor (28,6 por ciento). El 55,7% afirma que seguirá igual.
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