La economía española creará este año empleo neto por primera vez desde 2007, aunque con lentitud, pues la tasa de paro se mantendrá en el entorno del 20% hasta 2018, según el último indicador de primavera EY Eurozone Forecast, elaborado por EY (Ernst & Young).
De acuerdo con este informe, el PIB crecerá un 0,8% este año y un 1,2% en 2015, animado por las exportaciones y por la demanda interna, que empezará a recuperarse a finales de este año gracias al repunte en un 0,9% del gasto de los consumidores y al crecimiento en un 0,4% de la inversión privada no residencial.
Con todo, en el informe se advierte de que aunque la moderación en el proceso de consolidación fiscal es positiva para la demanda interna, «también representa un riesgo debido a los objetivos de reducción del déficit asumidos por el Gobierno». En este sentido, EY prevé que el déficit se acerque al objetivo del 5,8% marcado para este año.
En cuanto al paro, las previsiones recogidas en este informe apuntan a una tasa de desempleo del 25,2% para finales de este año, frente al 26,4% de 2013. A este descenso, subraya EY, «contribuirá la segunda reforma laboral que prepara el Gobierno, mientras que los salarios recibirán un impulso en 2015 gracias a la previsible reducción en el IRPF».
En el informe se señala que las reformas estructurales introducidas en los últimos años apoyan «la previsión de una recuperación sostenible de la economía española», si bien se alerta de que la presión por el sobreendeudamiento y el ajuste en el sector inmobiliario «continuarán obstaculizando, en parte, las perspectivas de crecimiento durante algún tiempo».
De hecho, EY prevé que el crecimiento del PIB vaya acelerándose, pero de manera gradual, durante los próximos años, hasta alcanzar el 2,8% en 2018.
Hay que seguir con la reformas
El presidente de EY en España, José Miguel Andrés, considera «vital» continuar con la agenda de reformas, en especial, la del empleo, para adecuar la fuerza laboral a las necesidades del mercado, así como conseguir que la próxima reforma fiscal conduzca a un sistema recaudatorio «más eficiente y que, a la vez, sirva de estímulo para atraer más inversiones» a España.
Para el conjunto de la Eurozona, EY prevé que el PIB crezca un 1% en 2014 y un 1,4% en 2015, «lo que constituye un crecimiento débil comparado con el registrado durante la primera mitad de la pasada década». No obstante, en el informe se afirma que existen razones para ser «moderadamente optimistas» gracias a una recuperación gradual del gasto de los consumidores y de la inversión empresarial.
En opinión de EY, la vuelta a la senda del crecimiento y la estabilización de la carga fiscal «alejan la posibilidad de una ruptura del euro» teniendo en cuenta además la reciente incorporación a la Eurozona de Letonia y la previsible adhesión de Lituania el próximo año, «acontecimientos que han reforzado la credibilidad sobre la moneda única».
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