Las empresas con más de 250 empleados fueron las que más trabajadores han contratado en los últimos catorce años, según destaca un informe de la CEOE que advierte de que la presión fiscal sigue afectando a la actividad empresarial, sobre todo de las pymes.
El documento El esfuerzo de los empresarios en cifras difundido por la patronal de empresarios afirma que en todo el siglo XXI, la evolución más significativa en materia de contratación se ha producido en las grandes empresas (más de 250 empleados), que han pasado de registrar 3.809.011 trabajadores en 1999 a 5.023.154 en 2013.
Además, todos los regímenes de trabajadores experimentan un saldo positivo en cuanto a afiliación si se comparan las variaciones que hubo entre el período 1999-2007 y el período 2007-2013.
De esta forma, el saldo del número de afiliados a la Seguridad Social fue de un incremento de 1.679.716 en los últimos catorce años, lo que supuso un aumento del 11,7%.
Fin de ciclo
Según la CEOE, pese a que el número de trabajadores inscritos en el régimen general de la Seguridad Social descendió un 0,7% interanual en 2013, «se detecta el final del ciclo recesivo», al tiempo que destaca que también la cifra de trabajadores autónomos ha crecido un 1% el año pasado.
El informe destaca que en todos los tipos de empresas, a excepción de las que tienen entre 10 y 49 trabajadores, se ha producido creación de nuevas empresas.
Desde 1999 hasta 2007 se registraron 334.264 nuevas empresas, mientras que entre 2007 y 2013 se destruyeron 247.600 compañías, por lo que el saldo es positivo y supone una creación total de 86.664 empresas.
En lo que llevamos del siglo XXI las empresas de entre 1 y 9 trabajadores crecieron en 98.629, mientras que las que tienen entre 50 y 249 lo hicieron en 856 y las de más de 250 empleados aumentaron en 693 compañías más.
En sentido contrario, las empresas de entre 10 y 49 empleados fueron a la baja y se destruyeron 13.514 pequeñas empresas.
Freno a la desaparición
Para la patronal de empresarios, 2013 ha marcado un cambio de ciclo y ha frenado la desaparición de empresas, aunque alertan de que la presión fiscal sigue afectando negativamente sobre todo a las pymes.
El informe señala que la cifra de empresarios y empresas que declararon por el IVA creció un 12,6% entre 2002 y 2011, pese a la reducción registrada al inicio de la crisis y revela que el segmento de empresas con base imponible positiva que menos se redujo fue el de las grandes empresas, que bajó el 10,5% frente a la caída del 34,4% que registró el segmento de la pequeña empresa (de entre 10 y 99 trabajadores) en los peores años de la recesión.
Asimismo, entre 2007 y 2011 las empresas declarantes en el impuesto de sociedades aumentaron un 0,6 %, «pese a vivir la época más dura de coyuntura económica», resalta el documento que recuerda que en 2007 había 1.413.095 empresas declarantes y en 2011, 1.421.420.
Los comentarios están cerrados.