Un centenar de trabajadores de la embotelladora de Coca-Cola en Palma se han sumado a la manifestación que a esta hora continúa en la Avenida de Alemania de Palma, planteado a escasos 100 metros de donde la Infanta Cristina está prestando declaración como imputada en el marco del caso Nóos, donde deberá responder a las preguntas del juez instructor de la causa, José Castro.
El secretario de comité de empresa de Palma y asesor de la mesa negociadora de Madrid, Juan José Bostins, ha explicado que la presencia de los empleados de la multinacional en los Juzgados de Palma es para «aprovechar la numerosa presencia de medios que hay este sábado en la capital balear» -en torno a 300 periodistas acreditados– y mostrar el rechazo al cierre de fábricas y de delegaciones comerciales, que en total supondrá el despido de unos 1.250 trabajadores en toda España.
El representante sindical, en declaraciones a Europa Press, ha apuntado que es una «vergüenza» que Coca-Cola se haya puesto a recortar empleos «como el que pasa la segadora», habiendo tenido unos beneficios de 900 millones de euros en los últimos tres años.
Además, el momento más «sonoro» de la mañana se ha producido por el bullicio que ha originado el paso de unas 20 motos de gran cilindrada por Vía Alemania en apoyo a los manifestantes.
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