El número de personas desempleadas en todo el mundo experimentó en 2013 un incremento de 5 millones respecto al año anterior, hasta un total de 202 millones, como consecuencia de la desigual recuperación económica y las sucesivas revisiones a la baja de las previsiones de crecimiento, según un estudio publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
«Se calcula que en 2013 el número de personas desempleadas se situó cerca de los 202 millones, un aumento de casi 5 millones respecto del año anterior, lo que significa que el empleo está creciendo a un ritmo más lento que la fuerza de trabajo», indicaron los autores del informe.
De este modo, la organización considera que la tasa de paro mudial se mantuvo estable en el 6%, aunque advierte de que si la tendencia actual se mantiene, el desempleo mundial afectará a más de 215 millones de personas en 2018, lo que implica un déficit anual de unos 2,6 millones de empleos, aunque la tasa de paro mundial subirá levemente, hasta el 6,1%.
Desde el comienzo de la crisis en 2008, la OIT calcula que la crisis se ha cobrado 62 millones de empleos, incluyendo 32 millones de personas más que buscaban trabajo, 23 millones que se desalentaron y habían dejado de buscar y 7 millones de personas económicamente inactivas que optaron por no participar en el mercado de trabajo.
«Muchos sectores presentan beneficios, pero la mayoría de estos van principalmente a los mercados de activos y no a la economía real, dañando las perspectivas de empleo a largo plazo» señala Joaquín Nieto, director de la oficina de la OIT para España.
Por su parte, el director general de la OIT, Guy Ryder, subrayó que «lo que se necesita con urgencia es repensar la política. Se precisan mayores esfuerzos para acelerar la creación de empleo y para apoyar a las empresas que crean puestos de trabajo», señaló.
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