La presidenta de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), Garbiñe Biurrun, ha realizado un llamamiento a los empresarios para que se «rebaje la tensión innecesaria» que se ha generado respecto a los jueces en torno a la reforma laboral. La magistrada cree que en la patronal parece existir «una frustración y un desengaño» porque, en su día, quizá se creó «demasiadas expectativas» en torno a la reforma legislativa. Biurrun se ha referido, de esta forma, a las críticas que ha realizado Confebask al considerar que hay sentencias judiciales «kafkianas» que están tratando de «neutralizar el efecto» de la reforma laboral con una interpretación que resulta «un despropósito». También la CEOE ha considerado que los jueces están «combatiendo» la modificación legal.
En declaraciones a Europa Press, la presidenta de la Sala de lo Social ha asegurado que la respuesta judicial hay que situarla en «el respeto por parte de la Justicia social al Estado de Derecho y a todo el ordenamiento jurídico».
En este sentido, ha considerado que, «algunas voces», en este caso la patronal, «parece que reducen el ordenamiento jurídico exclusivamente al texto literal de la reforma laboral de 2012».
De esta forma, ha explicado que «las interpretaciones que se están haciendo de la reforma en algunas materias están integrando el ordenamiento jurídico, incluido el texto constitucional, pero también la normativa internacional, los compromisos y tratados internacionales que España tiene ratificados como algunos convenios de la Organización Internacional del Trabajo, y también la normativa comunitaria de la UE».
«Y es la integración de todo este ordenamiento el que está dando como resultado unas determinadas interpretaciones de la reforma laboral, en materia sobre todo de despidos, pero también de lo que ha sido el fin de la ultraactividad de los convenios colectivos», ha aseverado.
En cuanto a las peticiones de la patronal para que se clarifique la Ley, con el fin de evitar interpretaciones por los jueces, Garbiñe Biurrun ha considerado que se trata de una petición «imposible» de cumplir.
«Se podrán hacer leyes más claras, leyes menos claras; leyes técnicamente más perfectas o menos perfectas, pero pretender eliminar el ejercicio imprescindible de interpretación de las normas por quienes las aplican, que es lo que los jueces tienen que hacer, es pedir un imposible, salvo que quieran una aplicación de la Ley mediante mecanismos absolutamente contrarios a la Constitución española, es decir, mecanismos aplicativos automáticos que no pasen por el análisis del caso concreto», ha indicado.
Para la magistrada, es evidente que «está habiendo un desencuentro claro entre la patronal y la justicia en su ámbito de la jurisdicción social», y ha recordado que, aunque no se puede decir que exista una «interpretación uniforme» de la reforma laboral, sí considera que «hay bastante acercamiento en todo el Estado respecto a cómo debe interpretarse».
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