Recursos Humanos Digital La nueva fórmula de revalorización de las pensiones que ha planteado el Gobierno y que desliga sus subidas de la evolución del IPC «no garantiza ni a corto ni a largo plazo» el poder adquisitivo de los pensionistas, según el director de Vida, Pensiones y Servicios Financieros de AXA, Luis María Sáez de Jáuregui.
Para ilustrar esta afirmación, este experto en pensiones ha hecho algunos cálculos orientativos. Así, Sáez de Jáuregui plantea que si durante dos años el IPC alcanza el 3,5% y el sistema presenta desequilibrios por razones de paro, «todos los pensionistas, actuales y futuros» perderían más de un 6,25% de poder adquisitivo.
Para recuperar esa pérdida, este experto estima que se necesitarían nada menos que 25 años de bonanza. Sáez de Jáuregui entiende que la propuesta del Gobierno persigue garantizar el sistema ante los desequilibrios derivados de la falta de nacimientos en España y del paro, pero no el poder adquisitivo de los pensionistas.
Este experto considera que «metasífica y acturialmente», en un sistema de reparto como el español, donde los cotizantes actuales pagan las pensiones de los actuales pensionistas, la revalorización de las pensiones sólo se puede hacer si suben las aportaciones actuales de los trabajadores.
Y ello, explica, se puede hacer a través de varias vías: subiendo los salarios, aumentando el número de trabajadores o elevando las cotizaciones. Pero como pedirle más esfuerzos a los empresarios podría provocar más paro, «las alternativas anteriores se traducen en subir la masa salarial global».
«En definitiva, la revalorización del conjunto de pensiones contributivas sólo puede venir si existe una subida de la masa salarial global, porque es esta masa salarial y sólo ésta la que financia las pensiones vía cotizaciones sociales», sostiene.
Ahora bien, Sáez de Jáuregui añade que como esto no va a hacerse, es «lógico» que haya voces que pidan ampliar las fuentes de financiación de la Seguridad Social a los impuestos. «Pero entonces ya no sería un modelo de pensiones contributivas, sino que sería un modelo asistencial», añade.
Así, este experto se pregunta si sería sostenible un modelo de pensiones que solicita ayuda permanente a fuentes de financiación ajenas a las contributivas, como son los impuestos.
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