RRHH Digital Aunque el grupo Ericsson ha finalizado varios contratos de modernización de redes con Telefónica, Orange y Yoigo, ha firmado otros de la suficiente envergadura como para evitar una nueva sangría de puestos de trabajo. Por eso, a la Federación de Industria de CCOO no le convencen los argumentos a los que vuelve a recurrir la compañía sueca para considerar que sobran 250 trabajadores y trabajadoras de las áreas de servicios y proyectos, que se ven
sometidos a los continuos vaivenes del mercado.
En el escueto comunicado que hace unos días hizo llegar a la plantilla de la división española, Ericsson relataba los “esfuerzos” que había tenido que hacer “para aumentar la eficiencia y reducir los costes”, unos esfuerzos que el año pasado se tradujeron en un recorte de empleo que acabó con el sustento de 24 familias. En ese mismo texto la compañía lamentaba verse obligada a tomar decisiones “duras y difíciles” para asegurar su futuro, cuando no le tiembla el pulso para poner sobre la mesa nada más y nada menos que 250 despidos. CCOO advierte que si Ericsson no recula y modifica sus planes, lo que sí será muy duro y muy difícil es el futuro de los trabajadores y trabajadoras que se verán obligados a dejar la empresa en medio de una cruda crisis económica.
Para la Federación de Industria de CCOO lo único positivo del proceso que ahora comienza en Ericsson España es que la multinacional asegura estar abierta a la negociación. A la veintena de personas que a finales del mes de diciembre tuvieron que abandonar la empresa se les hurtó el derecho a una negociación previa. Ahora, la dirección ha adquirido el compromiso de reducir “todo lo posible” el número de personas que se verán afectadas por el ajuste y de llevar a cabo la reestructuración de forma no traumática. Un comportamiento que el grupo Ericsson abandonó durante las últimas reestructuraciones.
El sindicato CCOO está dispuesto a trabajar por llegar a acuerdos con la compañía siempre que se ajusten a los planes sociales negociados anteriormente y que fueron refrendados por los trabajadores y trabajadoras de la multinacional.
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